El tema candente de la prensa de hoy es la dimisión del socialista, Gueorgui Guerov, miembro del Buró Ejecutivo del Partido Socialista Búlgaro (PSB), aceptada el sábado por el Consejo Nacional del partido. El empresario se ha retirado del cargo bajo la presión del líder de dicho partido, Kornelia Ninova, porque como figura política, se había permitido mantener una reunión privada con el fiscal general, Sotir Tsatsarov y el propietario de la sociedad gasística Overgas, Sacho Donchev. El diario socialista Duma se limita a informar de la dimisión y señala que Guerov no había dicho qué habían hablado Tsatsarov y Donchev en su oficina y no quiere comentar este tema.  Según declaraciones públicas de Donchev, en la reunión el fiscal le había preguntado por su posición acerca del diario Sega,que es propiedad suya, y  por qué financia un partido y una televisión determinadas. Tsatsarov, por su parte, niega lo anterior y afirma que, en realidad, Donchev está tratando de presionarlo. A juicio de Sega, la reunión en cuestión ha “sacudido la cumbre del PSB” y una grave crisis está amenazando al partido. Dnevnik cita, por otro lado, la opinión del líder de GERB y futuro primer ministro, Boiko Borisov, que yendo a la reunión, el fiscal general Tsatsarov había caído en la trampa de oligarcas rojos que intentaban regresar al poder a personas de Multigrup, que hace 20 años ocupaban puestos clave en las relaciones entre Bulgaria y Rusia con respecto al petróleo y el gas. De los comentarios de Borisov sobre el tema, el periódico Trud resalta que él estaba esperando que “la trampa para el fiscal general se activara para aquellas personas que la habían inventado”. El 24 Chasa cita la opinión del dirigente socialista que dimitió de que se había convertido en víctima de “una medida activa” de personas ocultas del PSB y pone en titular que, según él, el escándalo apuntaba al futuro Gobierno “Borisov 3”.

Seleccionado por Stoimen Pavlov
Versión en español por Ludmila Sávova