Durante el 42º censo invernal de aves acuáticas en Bulgaria, llevado a cabo recientemente, se ha observado un número de aves cinco veces menor en comparación con años anteriores. Según datos de la Sociedad Búlgara para la Protección de las Aves, el porrón europeo (Aythya ferina), la focha común (Fulica atra) y el ánade real (Anas platyrhynchos) son las aves más numerosas este año, como lo han sido también en otras temporadas invernales. El pelicano ceñudo (Pelecanus crispus), el águila marina (Haliaeetus), ya desaparecida en Europa Occidental, el águila moteada (Aquila clanga), el cisne chico (Cygnus columbianus), el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis) y el somormujo (Podicipedidae),entre otros, son algunas de las especies interesantes observadas. Este año, debido a las temperaturas positivas, en casi todos los pequeños embalses y viveros de peces, que en enero generalmente se congelan, se han detectado aves acuáticas invernantes. Según los expertos, los estudios sobre el estado de las aves invernantes son muy importantes en el contexto del tema del cambio climático. Los resultados se pueden interpretar como un indicador de los cambios en el medio ambiente, y una vez más destacan el papel de las aves como un indicador importante del estado de aquél.Durante el 42º censo invernal de las aves acuáticas en Bulgaria, expertos y voluntarios han conseguido rastrear y recopilar datos sobre las aves que invernan en más de 2.000 humedales del país.