“Desde el inicio de la crisis migratoria, Bulgaria ha tenido un comportamiento mucho más adecuado que otros países europeos. La protección de las fronteras exteriores de la UE debe reforzarse de manera inflexible”, ha declarado el presidente Rumen Radev en Bratislava durante una conferencia de prensa conjunta con su homólogo eslovaco, Andrej Kiska, en el marco de su visita oficial a Eslovaquia. Radev y Kiska coincidieron en que la UE necesita una solución unificada en términos de política de migración. “Europa finalmente ha comenzado a darse cuenta de la importancia de esta crisis. Todos hemos visto ya que la política de puertas abiertas es perjudicial no sólo para Europa, sino también para los países de origen de los migrantes”, ha manifestado el Presidente búlgaro precisando que los migrantes no deberían renunciar a los esfuerzos de resolver los problemas en su propio país.

En una reunión del presidente Rumen Radev con Peter Pellegrini, primer ministro de la República Eslovaca, los dos interlocutores coincidieron en que la UE debería tener en cuenta los intereses de todos los países miembros al adoptar las normas sobre el desplazamiento de trabajadores en el llamado paquete de movilidad. “Si no se toman en cuenta las consideraciones de los transportistas búlgaros, miles de ciudadanos búlgaros corren el riesgo de perder su empleo, lo que los convertiría en emigrantes potenciales”, ha declarado Rumen Radev.