La porción oriental de la montaña Ródope, limítrofe con Turquía y Grecia, es una hermosa región serrana donde la temporada turística se encuentra en su pleno apogeo. Una serie de poblaciones y reservas ofrecenalojamiento, así como posibilidades para organizar safaris fotográficos. 

Son cada vez más los turistas que manifiestan interés en los caballos salvajes de la raza konik que viven en libertad en la porción oriental del macizo Ródope. Como especie, estos caballos se aproximan al caballo salvaje euroasiático, extinto en Europa en el siglo XIX. Los intentos de recuperarlo empezaron primero en Polonia donde se hizo una selección de animales de razas de las que hay constancia de que se originaron a partir de un cruce con caballos salvajes. La raza creada recibe el nombre de konik, que en polaco significa “caballito”. La primera docena fue introducida en Bulgaria en el área de la aldea abandonada de Sbor, en el municipio meridional de Krúmovgrad, desde Holanda en septiembre de 2011. Más tarde fue introducida una nueva manada. Los animales se adaptaron bien al entorno natural. Desde inicios del año hasta la fecha nacieron 16 potros konik. Con ellos, los caballos cimarrones de esta raza en los Ródopes orientales ascienden a más de 70.

Expertos holandeses sugieren que los konik reciban estatuto oficial de animales salvajes. Esto proporcionaría mayores oportunidades para preservarlos como una especie que aporta aún más esplendor a la naturaleza y contribuye a la biodiversidad. De suceder eso, Bulgaria podría convertirse en el primer país en la Unión Europea y en Europa, donde a animales anteriormente domesticados se les otorgaría el estatuto de “salvajes” viviendo en medio de la naturaleza.