Los habitantes de la capital búlgara, Sofía, rara vez tienen la oportunidad de apreciar todos los talentos que han nacido y florecido en otras regiones de este país que cuenta con un total de 28 provincias. Hasta finales de septiembre en la Galería Nacional de Bellas Artes se puede ver una exposición interesante integrada por 51 cuadros de los fondos de la Galería de Bellas Artes Georges Papazoff de la ciudad de Yámbol, en el sureste de Bulgaria.

Solemos trabajar muy a menudo con compañeros de todo el país –dijo durante la apertura de la exposición Slava Ivanova, directora de la Galería Nacional de Bellas Artes– . No perdemos ninguna oportunidad de organizar conjuntamente muestras temáticas o exposiciones que presentan a un autor concreto cuyo trabajo es emblemático para su región. Seleccionamos obras de todo el país para exhibirlas en esas exposiciones. Sin embargo, últimamente no hemos hecho semejante exposición. Creo que muestras como la actual, así como las invitaciones dirigidas por la Galería Nacional a otras galerías nacionales de arte deberían convertirse en una tradición ya que es muy importante que el público capitalino pueda disfrutar de esas obras, pero también que todos los amantes del arte recorran el país para ver las obras maravillosas que guardan las colecciones de las galerías de otras ciudades, no sólo los fondos de la Galería Nacional.

Al menos dos de los artistas de Yámbol: Georges Papazoff (1894–1972) y Georgi Popov–John (1906–1960), son internacionalmente famosos, varios otros son de renombre nacional, y algunos son relativamente poco conocidos pero sus obras merecen ser vistas por su belleza y el pensamiento original de su autor.

Georges Papazoff (nacido Gueorgui Papazov), cuyo nombre lleva la Galería de Bellas Artes de Yámbol, trabajó en Francia desde el año 1924 hasta el final de su vida. Fue uno de los pioneros del Surrealismo. Participó en exposiciones junto a representantes icónicos del arte moderno como Pablo Picasso, Joan Miró y Max Ernst. La Galería de Yámbol presenta en Sofía algunas de sus obras tempranas creadas alrededor de 1916 en Praga donde Papazoff estudió Ingeniería de Parques y Arquitectura. Aun estando todavía lejos del Surrealismo, en estos cuadros hay frescura e inspiración. Fue en la capital checa donde el artista búlgaro se apasionó realmente por el arte de la pintura, y este amor lo guió hacia un desarrollo artístico rápido y exitoso.

Georgi Popov–John trabajó en Francia y Suecia en distintos períodos de su carrera creativa –en París, en 1932, fue laureado con dos premios– pero siempre regresó a la patria, aunque en ésta vivió también varias decepciones. El retrato que hizo en 1946 a la insigne escultora búlgara Vaska Emanuílova está realizado en tonalidades cálidas y combina la exquisitez y la psicología.

Stefan Bachvarov (1907–1988) es considerado uno de los padres de la escuela de pintura de Yámbol. En la actual muestra está presentado con algunos de sus paisajes de la ribera del río Tundzha, en el sur de Bulgaria, por los que le apodaron “el Cantor del Tundzha”, mientras que a sus obras se les define como “impresionismo de la región del Tundzha”. Al propio Stefan Bachvarov se le puede ver retratado de forma inspirada y magistral por otro pintor de Yámbol, Pável Bakalov.

El artista contemporáneo Iván Dimov, nacido en 1943, es presentado con un cuadro titulado “Paisaje polvoriento”. En esta obra moderna conviven lo real y lo imaginario, la imaginación y el simbolismo.

Panayot Panayotov (1909–1986) es un artista más tradicional. Es, además, un pedagogo de importancia nacional. Fue rector de la Academia Nacional de Bellas Artes en el período de 1953 a 1962. Su obra “Nube” es un encantador lienzo bucólico realizado en las mejores tradiciones búlgaras.

“Retrato femenino” o “Retrato en amarillo” (1937) de Parush Gogov combina la línea clara y el colorido fulgurante con sutiles toques de detalles psicológicos.

Junto con las obras de los maestros del pincel de Yámbol, la Galería Georges Papazoff presenta, asimismo, magníficos lienzos de otros artistas búlgaros, incluidos egregios clásicos como Vladimir Dimitrov–El Maestro y Borís Denev, así como pintores contemporáneos como el recientemente fallecido Svetlín Rusev.

Versión en español por Daniela Radíchkova