En ocho meses los beneficios de los 26 bancos y sucursales de bancos extranjeros en Bulgaria han superado el umbral psicológico de mil millones de levas, equivalentes a 556 millones de euros. Se trata de mucho dinero, incluso en un contexto europeo. Además, resulta más impresionante aún el crecimiento registrado de estas ganancias en comparación con el año anterior, nada menos que de un 20 %. Si seguimos manejando los números podemos mencionar, a título de comparación, que en un año las ganancias de las 17 compañías mayores en Bulgaria han sido del orden de 724 millones de euros. Hay también otro récord bancario: los activos de las entidades financieras han superado el umbral de los 100 mil millones de levas, equivalentes a 51 000 millones de euros. Para que el cuadro resulte completo cabe mencionar, de paso, que también los depósitos en los bancos se comportan bastante bien sumando 26 mil millones de euros.

Todos estos números sólo corroboran una cosa, que el sector financiero en Bulgaria está en excelente forma. Esto, empero sólo es consecuencia y expresión monetaria de la economía real, actualmente boyante en Bulgaria, y del palpable mejoramiento del estado financiero de los ciudadanos búlgaros. Va en aumento el número de quienes ya disponen de dinero no sólo para adquirir bienes de consumo de primera necesidad, sino que son capaces también de ahorrar con el fin de invertir o hacer reaseguros. A estas alturas quizás se deba agregar que también las finanzas públicas del país se encuentran en un estado óptimo y prometen cerrar el año con un excedente de casi mil millones de euros.

Los adelantos financieros de los bancos en Bulgaria se vuelven aún más notorios sobre el telón de fondo de los tipos de interés casi nulos para los depósitos inferiores al 1 % y los tipos de interés relativamente bajos para los créditos del orden de un 3 % a un 4 % en los créditos hipotecarios. En principio, los bancos ganan precisamente por conceder dinero en crédito a cambio del pago de intereses. La tarea se complica por los tipos de interés bajos y los esfuerzos de los banqueros se van orientando a incrementar el volumen de los créditos a fin de que sean compensados los bajos ingresos en concepto de tipos de interés. Lo que están haciendo los banqueros búlgaros es esto precisamente y así la estadística pone de relieve que los créditos otorgados por aquéllos han crecido para alcanzar la cuantía de 32 mil millones de euros.

Todo lo anterior resulta aún más alentador de cara a las próximas inspecciones de los bancos en Bulgaria por parte del Banco Central Europeo, BCE. Esto debe ocurrir pronto, tras haber declarado Bulgaria de manera oficial su deseo de acceder, hasta el próximo verano, al mecanismo ERM II, o sea, a la antesala de la Eurozona. Ni las autoridades ni los banqueros abrigan preocupaciones ante estas pruebas de resistencia bancaria ya que, de hecho, habían superado con éxito una serie de tales pruebas, aplicadas por el Banco Central del país.

Lo dicho hasta aquí sobre la banca en Bulgaria no hay que acogerlo como un cuadro color de rosa de la realidad financiera. Es que los bancos afrontan problemas y, además, graves. Se trata sobre todo del cobro de los créditos morosos que constituyen casi un 10 % de sus activos. En una serie de casos estos créditos, además de no generar ingresos, entrañan peligro para la estabilidad de los bancos. Por esta razón, los bancos en algunas ocasiones se deshacen de los créditos dudosos al revenderlos, por debajo del valor real del respectivo crédito, a otras entidades financieras. Estos días hizo precisamente esto el mayor banco en el país al vender créditos problemáticos del orden de 250 millones de euros.

Todo parece indicar que poseer un banco en Bulgaria es un negocio ventajoso y rentable. Hay, sin embargo, expertos y observadores que consideran que la banca en Bulgaria necesita de consolidación y concentración, o sea que es indispensable reducir el número de los bancos. Se resalta que para una población de 7 millones de habitantes, de modestas capacidades financieras, 26 bancos universales resultan excesivos, el marcado se está fragmentando y no se puede ganar suficientemente con las escalas del país. Parece que estos expertos no ven lo suficientemente bien las ganancias astronómicas y reclaman firmemente una consolidación del mercado bancario. Existe, obviamente, un terreno propicio y receptivo de tales aseveraciones, ya que últimamente se han pactado varias transacciones de fusión y adquisición. La otra cosa que ejerce un impacto positivo sobre el sector bancario es la circunstancia de que la mayoría de las entidades financieras en el país están siendo controladas por bancos matrices fuera de Bulgaria, radicados básicamente en países de la UE. En efecto, hay en Bulgaria bancos, franceses, griegos, italianos, belgas, griegos, etc. El grueso de ellos tienen sus sedes en países de la Eurozona y esto, evidentemente, desempeñará un papel positivo para la candidatura de Bulgaria de adoptar el euro.

De manera que, a fecha de hoy, en los círculos bancarios reina el optimismo, un indicio palmario de que Bulgaria no tiene problemas en lo financiero y que es un país estable y merecedor de confianza.

Versión en español por Mijail Mijailov