Tras prever hasta no hace mucho abolir, a partir de 2019, el techo para las nuevas pensiones, inesperadamente, a finales de la semana pasada, el Ejecutivo ha anunciado que en vez der ello seguirá existiendo un techo tanto para las pensiones anteriores como para las nuevamente asignadas si bien este techo subirá de los actuales 455 euros a 600 euros, a partir del 1 de julio de 2019. La agencia Mediana comenta que Biser Petkov, ministro de Trabajo y Política Social, se había mantenido como partidario de la supresión del techo para las pensiones nuevas con vistas a reforzar la previsibilidad del sistema pero que, a la postre, había aceptado la decisión más reciente, hecha pública luego por él y por el titular de Finanzas Vladislav Goranov. Goranov ha explicado que por deficiencias en la fórmula para calcular las pensiones , que se han ido acumulando con el paso de los años, se ha roto la relación entre las cotizaciones efectivas y el monto real de las pensiones y que sería injusto suprimir completamente el techo, ya que así habría “pensiones infundadamente altas”. Según datos del Instituto Nacional de Seguridad Social, el actual techo de 455 euros limitaba las pensiones de unas 65 mil personas de la tercera edad. Expertos sindicales calculan que la subida prevista del techo de las pensiones será sentida por más de 40 000 jubilados, o sea, por casi dos tercios de los pensionistas cuyas pensiones habían sido restringidas hasta ahora. Desde el Movimiento por Derechos y Libertades han calificado la negativa del Ejecutivo de suprimir totalmente el techo de las pensiones de jugada “miedosa y cautelosa”. Hasan Ademov, antiguo ministro de Trabajo y Política Social por este partido en el Gobierno de Plamen Oresharski, ha resaltado que en el sistema de pensiones debe existir previsibilidad para que los ciudadanos que ahora comienzan a aportar sus cotizaciones para la jubilación puedan tener confianza en el sistema y coticen en base a sus ingresos efectivos, sin depender de argumentos políticos y coyunturales que no concuerden con los de los expertos. Independientemente de todos los pros y contras, la decisión de incrementar el actual monto máximo de las pensiones pone de relieve que en Presupuesto del Estado han aparecido posibilidades para asignar recursos más cuantiosos a las necesidades sociales. Es una confirmación de ello el hecho de que por la carestía de la vida en los meses de invierno -provocada por el alza de las facturas del gas y la calefacción y los precios de algunas mercancías-, los gobernantes hayan pactado con los sindicatos aumentar en un 50 % el dinero asignado a subsidios energéticos de la gente socialmente vulnerable, para lo cual se necesitarán en forma complementaria, unos 20 millones de euros. Recientemente ha sido acordado con los sindicatos también un aumento del 10 % de los sueldos de todos los funcionarios públicos. Ahora, sin embargo, ha trascendido que el porcentaje de este aumento no será igual para todas las personas ocupadas en el sector público sino que variará en función de los méritos individuales de quienes se desempeñan en éste.

Versión en español por Mijail Mijailov