Por el número de sus habitantes Draguinovo ocupa el cuarto puesto entre las aldeas de Bulgaria. Este pueblo se encuentra situado en la porción occidental del Monte Ródope, en proximidad a la ciudad de Velingrad. En el pasado se le conocía por el nombre de Korova-del turco Kuru ova, que significa campo seco y en el año 1971 las aldea fue rebautizada recibiendo el nombre de Draguinovo, en homenaje al cura Metodii Draguinov, sacerdote cristiano ortodoxo, autor de crónicas sobre la conversión a la fe mahometana de la población cristiana búlgara en esa montaña. Lleva el nombre del cura también la casa de cultura fundada en 1936 por maestros de escuela nativos, personas ilustradas del pueblo que asumieron por misión la conservación del patrimonio espiritual. La actividad cultural inicial de este centro se concentró en la creación y enriquecimiento de la biblioteca del centro, y, posteriormente se formaron grupos de aficionados que presentaban diferentes obras de teatro. Se produjo un auge especial en la vida de este centro cultural en el año 1969, con la creación del Conjunto de Canciones y Danzas Auténticas de la aldea de Draguinovo. Al principio se formó un conjunto masculino y, luego, en 1970, vio la luz el conjunto femenino a la vez que se fundó el grupo de danzas. De los temas vocales de esa comarca es característico el canto a dos voces, rasgo distintivo de las regiones folclóricas de los Shopes la región alrededor de Sofía y del Monte Pirin.

Las canciones y las danzas de los conjuntos de aficionados de Draguinovo, luciendo sus integrantes sus vistosos y antiguos trajes típicos, no dejan de cautivar la atención de los expertos y el público en encuentros y festivales del folclore. Sus exitosas actuaciones se han visto coronadas de premios numerosos otorgados en escenarios nacionales e internacionales. Ha sido enorme la contribución de Greta Kadiova, fundadora y directora musical del Conjunto, quien sigue trabajando hasta hoy en día con él. Debe su experiencia profesional a sus estudios en la Escuela Media de Música, de Plovdiv, a los largos años de cantar en el coro urbano de esa ciudad, al incesante estudio del folclore autóctono de Draguinovo y se recreación escénica. Dice sentirse orgullosa de haber podido atraer a gente joven a los conjuntos de canciones y danzas.

conviven mahometanos y cristianos. Éstos son menos numerosos que aquéllos pero tanto unos como los otros llevan una vida bien avenida. Se entienden perfectamente, hacen muy buenas migas. Las tradiciones con que me encontré hace ya 48 años cuando llegué a la aldea desde Velingrad, no son pocas. El 27 de marzo tenemos una fiesta en la que la gente se va al campo y se fuman sendas pipas los hombres que han ido al campo para contratar a pastores de ovejas para la temporada. Ese día, por la noche se organizan verbenas. Otra festividad es la del día de San Jorge, Guerguiovden. Dura dos días, y los preparativos se prolongan durante dos a tres semanas. Lo más curioso en esa fiesta es que los musulmanes, prometidos hasta el momento, colorean huevos en horas de la tarde, luego los colocan en unas bolsitas hermosas que ellos mismos confeccionan y reparten los huevos coloreados entre los niños. El segundo día de la fiesta se instalan columpios en los árboles respetando una tradición de antaño. Otra fiesta primaveral muy venerada es la de la Anunciación. Ese día la gente se va al monte para recoger geranio de las praderas y claros, hacen ramilletes de esa flor los llevan a sus hogares y plantan los geranios en sus jardines. Por la noche los mozos y mozas casaderas se reúnen en las verbenas.



Se practica en la aldea un especial rito prenupcial que conocí cuando me fui a ésta para trabajar. En este rito se le va adornando la cara de la moza a punto de casarse con polvos, lentejuelas, hebras de oro y plata etc., mientras ella luce su vestido de bodas. Si las bodas se celebran los días sábado y domingo, el rito se practica el día viernes en e que también se le hacen las trenzas a la chica que se va a casar. Esta costumbre ha persistido hasta hoy en día.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: draginovo.com y dnevnik.bg