Con el sentido inherente a los grandes artistas, Loreta Vélkova recrea los ornamentos típicos de las alfombras de Chíprovtsi de una manera nueva, combinándolos con el arte moderno, y las esterillas tejidas a mano, los tapices de pared, las almohadas decorativas, los dibujos y otros objetos creados por sus hábiles manos no sólo resplandecen en los colores de las alfombras, sino que también calientan por el amor puesto en ellos. Cabe recordar que las alfombras de la villa de Chíprovtsi, en el noroeste de Bulgaria, forman parte de la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Soy natural de Chíprovtsi y me crié junto al telar de mi madre –recuerda Loreta– . La observaba cómo tejía las alfombras, y todo iba grabándose en mi mente. Fue en una etapa bastante posterior cuando decidí yo también hacer algo relacionado con las alfombras de Chíprovtsi, porque ellas traen mensajes. Las alfombras son magia, un cuento de hadas que la mayoría de la gente no es capaz de descifrar. No se trata simplemente de un tapete ordinario, es una riqueza, una mística que proviene de los ornamentos y símbolos entretejidos en ellas.

Uno de los símbolos que se usan con mayor frecuencia es la kanátitsa. Es muy antiguo y representa una mariposa estilizada. Protege contra las fuerzas del mal, trae buena suerte y prosperidad. Antaño, cuando los hombres se iban al extranjero para ganarse el pan de la familia, las mujeres tejían esterillas especiales ornamentadas con este símbolo para que los protegiera y regresaran sanos y salvos y con mucho dinero.

Hoy en día es difícil llevarse consigo una alfombra, de modo que se elaboran pequeños tapices decorados con kanátitsa.



Otro elemento son las aves, que simbolizan la pureza espiritual, la libertad, las buenas nuevas.



La figura, que designa al Sol como portador de armonía, vigor y energía, se llama kola.



Otro ornamento usado a menudo en las alfombras es el makaz, consistente en dos triángulos unidos en una de sus puntas. La figura representa los principios masculino y femenino. Cuando este ornamento tiene triángulos adicionales en la parte superior e inferior, hace alusión a la extensión de la estirpe.



Del elemento denominado karáchka se considera que es una representación de la diosa de la fertilidad y la fecundidad. Los símbolos son muchos y su significado ha ido cayendo en el olvido con el pasar del tiempo. Sin embargo, los básicos se siguen recordando y se van transmitiendo de generación en generación.

La tecnología que Loreta usa para sus manualidades desde hace más de 20 años, es antigua. Trabaja en un telar vertical y con materiales naturales.

Siempre me ha gustado el arte –dice ella– . Tomo los ornamentos tradicionales búlgaros y los reproduzco de una manera moderna para que puedan ocupar su lugar en cualquier hogar contemporáneo. Esta es mi forma de expresarme a mí misma. Para crear una pieza tejida, es necesario saber qué es lo que se quiere hacer. Además, hay que dominar a la perfección la técnica de tejido. También es importante saber dibujar porque el tejido artístico es precisamente eso: dibujar con hilos. Hay que recrear lo que se quiere expresar en el momento, en la forma en la que uno lo ve.

Las magnificas creaciones de la maestra de la tejeduría serán exhibidas en el Festival de las Alfombras de Chíprovtsi, que se celebrará los días 27 y 28 de abril. Los visitantes de Chíprovtsi podrán familiarizarse con el arte de la alfombraría, y también intentar a crear ellos mismos una pieza como recuerdo.

Y, ¿cuál es el mensaje que quiere transmitir Loreta mediante sus tejidos artísticos, quien invierte en cada alfombra tanto imaginación como un fragmento de su alma?

Debemos conservar la tradición, atesorarla, transmitirla a las generaciones venideras. No debemos perder nuestra identidad, sino hemos de preservar lo búlgaro, para sobrevivir como nación y como Estado.

Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: Archivo personal