Hoy, 8 de mayo, en el Aula Magna de la Universidad de Sofía “San Clemente de Ohrid” resonará “El Mesías” de Haendel, una de las obras más famosas de este compositor. El oratorio compuesto allá por el año 1741 fue ejecutado en estreno en forma integral en 1742 en Dublín. Según algunas fuentes, hasta el momento de la muerte de Haendel , la famosa obra había sido ejecutada unas 70 veces. En Bulgaria “El Mesías” también ha resonado reiteradamente.

La Sociedad Bach en Bulgaria, y su presidente ingeniero Gueorgui Kolchakov, son los promotores y organizadores principales del inminente concierto. Durante más de una década, la Sociedad Bach presenta obras vocales instrumentales de envergadura de la época del Barroco, y desde 2011 los conciertos están siendo incluidos en el programa del Festival Musical Europeo. En esos años fueron interpretadas Pasión según San Mateo (en varias ocasiones), Pasión según San Juan, Misa en Si menor de Bach y el año pasado se produjo el estreno en Bulgaria de la obra ”Israel en Egipto” de Haendel.

Hace unos 17 o 18 años decidí por primera vez que era posible presentar una obra de tanta envergadura, dice el ingeniero Kolchakov. Y, encima, sin asistencia del Estado ni intervención de la sociedad. A simple vista, la idea parecía un tanto demente pero yo la veía como viable. Paulatinamente se fue creando un círculo de personas que interpretan música barroca y de admiradores de este estilo musical. La música de Bach y Haendel, que se asocia en gran medida a la idea cristiana, constituye a mi juicio el vector ético que se ha perdido en nuestra sociedad, que fue desprestigiado y desacreditado por medio de recursos horribles en los años del socialismo. Creo que los elevados mensajes morales de esta música podrían ser para la gente un impulso en el sentido justo. Si esto se consigue o no, es ya un asunto aparte. Tampoco es de subestimar el lado musical. Es que las obras barrocas le reclaman al músico conseguir una sonoridad un tanto distinta, lograr frases musicales. En Europa Occidental existe toda una corriente a favor de ejecutar la música del Barroco en instrumentos de aquella época o copias exactas de éstos. Nosotros no nos lo podemos permitir todavía pero, con todo, desde hace unos 10 o 11 años hay un grupo de unas mismas personas que se reúnen para hacer música barroca y han logrado, en gran medida, dominar el estilo singular de la interpretación. Forman parte de la orquesta instrumentistas destacados: el concertino Yordan Dimitrov, de la orquesta de cámara “Solistas de Sofía”, Kalin Panayotov, oboísta excepcional, y el resto de los músicos. Los cantantes que integran el coro también participan siempre en nuestras manifestaciones y esta asiduidad nos permite, cada año que pasa, dar un paso más adelante. Los cantantes solistas también nos están acompañando desde los comienzos de nuestra sociedad. El bajo Plamen Boikov es discípulo de Boris Hristov, se ha especializado en música barroca en Londres y ha actuado reiteradamente en “El Mesías”.

El tenor Virgil Hartinger es hijo del presidente de la Sociedad Bach en Salzburgo y desde niño se ha ido criando con la música barroca y ha ido dominando su interpretación. Es familiar para el público de Sofía como El Evangelista de Las Pasiones de Bach. Es, en resumen, un óptimo cantante de perfecta técnica barroca. También actuarán Olga Mijailova-Dinova, una mezzosoprano emocionante, y Guirguina Guirguinova, soprano de voz serena y estupenda. La figura que cohesiona a estos músicos y cantantes es el director Yosif Guerdzhikov, quien lleva a los intérpretes por los senderos de una montaña enorme que le es familiar. A todo el mundo le agrada trabajar con él. Los cantantes le tienen una particular estima porque maestro Guerdzhikov es un experto en técnica vocal, amén de ser un pedagogo y conocedor excepcional de la época del barroco.

Versión en español por Mijail Mijailov