El proyecto sobre la interconexión gasista entre Bulgaria y Grecia, conocido también por las siglas IGB, reviste una importancia clave para los dos países pero también para Europa y el mundo por la diversificación y la seguridad de los suministros que implica.

En la aldea de Kirkovo, situada a unos 5 kilómetros de la frontera búlgaro-griega, a la ceremonia de la primera palada de las obras, además de los primeros ministros búlgaro y heleno, Boiko Borisov y Alexis Tsipras, respectivamente, asistió Yaqub Eyubov, viceprimer ministro azerí, cuyo país asegurará un tercio del gas para la capacidad de la tubería, o sea más de 1 000 millones de metros cúbicos de gas al año para los usuarios. También asistieron Giorgos Stathakis, ministro de Energía de Grecia, y Justin Friedman, segunda jefatura de la embajada norteamericana en Bulgaria.

La primera palada se ha hecho posible gracias a los esfuerzos de todas las partes interesadas que han aportado financiación complementaria en el marco del Programa Operativo “Innovaciones y Competitividad”, del orden de 39 millones de euros, la garantía estatal por parte del Ejecutivo búlgaro, del orden de 110 millones de euros y la aprobación de la Comisión Europea de la ayuda admisible por parte del Estado, ha dicho Teodora Gueorguieva, directora ejecutiva de ICGB por parte búlgara. Hoy nos podemos jactar de la selección de ejecutantes, de ingenieros asesores, de expertos en la supervisión de las obras, disponemos asimismo de una capacidad de reserva capaz de asegurar un comienzo excelente de la explotación del gasoducto. La interconexión encarna el cambio en el sector, el cambio al que llevábamos tiempo aspirando y cuya materialización convertirá a Bulgaria en un país más fuerte en política energétic”.

Puedo asegurarles a Vds. que la materialización del proyecto marcha en conformidad con el programa, se atiene a los objetivos planteados y toma en consideración el presupuesto votado para las obras, ha agregado Konstantinos Karayannakos, director ejecutivo de ICGB por parte griega.

Se trata de un momento histórico para todos los europeos, ha expresado el vicepresidente de la CE Maroš Šefčovič, que saludo a los asistentes por medio de una videoconferencia. El IGB es un proyecto europeo, importante para la estrategia de la Unión Energética y disfruta de la solidaridad y el respaldopolítico y económico por parte de los países miembros de la UE, que sacarán dividendos de su funcionamiento sobre la base de un interés común. Al mismo tiempo este proyecto incidirá asimismo en el mercado energético mundial .Creará nuevos puestos de trabajo y aproximará a las economías de los países comunitarios, ha agregado Šefčovič.

Alexis Tsipras ha resumido la visión en cuya materialización llevan ya bastante tiempo trabajando Bulgaria, Grecia, Rumanía y Serbia. Se trata de un “anillo de conectividad” que, por medio de un tipo más limpio de energía como es el gas natural, será capaz de convertir los Balcanes de una zona de conflictos, nacionalismo y precariedad en una región serena y próspera. Según Tsipras esto se volverá posible cuando estén aseguradas las vías de transporte y de comercio hacia el Mediterráneo Oriental, Chipre, Egipto, Israel, Líbano, Palestina y Turquía, y la interconexión IGB se enlace con el resto de proyectos gasistas como el TAP, EastMed, Corriente Turca y con las terminales de gas licuado en Alexandrúpolis y Revitussa.

Por su parte, el primer ministro de Bulgaria ha resaltado ser cumplidor de sus promesas y que su lema es “de las palabras a las obras”. Ha instado a que los gasoductos sean llamados “balcánicos” para no despertar parcialidades y ha recordado que en el territorio de Bulgaria se están construyendo dos grandes gasoductos, un hub gasista, depósitos de gas de elevada capacidad y que, al mismo tiempo, Bulgaria dispone de yacimientos de gas propios, aprovecha gas licuado de los EE.UU. y construye autopistas, vías férreas, puentes y puertos. Los distintos gasoductos obedecen al objetivo de que sea el mercado el que fije el precio del combustible y que nosotros compremos el carburante más barato que se oferte.

Los primeros ministros de Bulgaria y Grecia han coincidido en señalar que países que se habían mantenido durante mucho tiempo mutuamente hostiles , han logrado cerrar la página del pasado llegando a ser amigos, han hecho bastante trabajo bueno juntos y pretenden continuar en la misma dirección dándoles un ejemplo al resto de países.

Versión en español por Mijail Mijailov