Hace 84 millones de años en la región del continente europeo hubo multitud de islas, rodeadas por cálidas aguas marinas en las que bullía una variada vida. Son sendos testimonios de aquella época los restos de tortugas, de cocodrilos, de polen de plantas arbóreas, pero también de dinosaurios. Los científicos los han llamado “enanos insulares”, ya que la comida y los espacios limitados no les daban a aquellos dinosaurios la posibilidad de poder alcanzar las ingentes dimensiones de las especies continentales de la América del Norte o del Sur,

Los primeros vestigios de los reptiles prehistóricos en las que son hoy las tierras de Bulgaria fueron descubiertos en 1981 por espeleólogos, en las inmediaciones de la aldea de Drashan, en la región de Vratsa, cuando los estudiosos se tomaron con huegos que sobresalían de la entrada de una cueva.

Los primeros hallazgos se hicieron en la zona de la cueva “El Laberinto”. Son resto de osamentas de dinosaurios del grupo de los ornitomimosaurios e hidrosaurios, precisa la doctora Latinka Jristova del Museo Nacional de Ciencias Naturales adscrito a la Academia de Ciencias de Bulgaria. Sus restos acabaron de manera distinta en las rocas sedimentarias marinas. El ornitomimosaurio, por ejemplo, habría muerto en la tierra firme, en tanto que el resto de los animales habrían sido arrastrados por corrientes marinas para después irse a pique fosilizados.

El hallazgo posterior, relacionado con los dinosaurios en el territorio de lo que es hoy Bulgaria, se produjo también por mera casualidad. En 2012 Andrey Tsonkov, paleontólogo aficionado deambulaba por la zona de la ciudad de Tran con el fin de recoger invertebrados fosilizados y en un torrente encontró un hueso del reptil más grande. Tres años después, una expedición de científicos de la que formaba parte la doctora Jristova descubriría restos de dinosaurios y en 2018 se procedió a hacer excavaciones en ese lugar.

Lamentablemente, los huesos encontrados en las afueras de Tran se encuentran muy fracturados y escasamente conservados, de manera que uno, al examinar su morfología exterior, difícilmente podrá establecer con certeza el grupo al que esos reptiles habían pertenecido. De momento suponemos que en ese yacimiento hay al menos restos de tres grupos de dinosaurios, dice Latinka Jristova. Los primeros fragmentos encontrados son de titanosaurios, y un otro hueso pertenece probablemente a un terópodo,otro dinosaurio grande y predador que atacaba a otros dinosaurios y amínales para alimentarse de ellos.

Los dinosaurios fueron durante nada menos que 165 millones de años los amos y señores de la Tierra pero hace 65 millones de años la convergencia de un grupo de acontecimientos acabó provocando su extinción. Se trata, en primer, lugar, de la prolongada actividad volcánica en la zona del subcontinente indio llegó a sacudir la estabilidad del paleoclima, y, a la postre, el meteorito gigante que cayó en el Golfo de México, fue el último suceso de gran impacto que condujo a la extinción de los dinosaurios .

Los seres humanos, a diferencia de los dinosaurios, son capaces hoye n día de autodestruirse. El ser humano es el enemigo más grande no sólo para nuestro planeta, sino para él mismo, dice con contundencia la doctora Jristova. Los organismos no tienen la posibilidad de irse adaptando al rápido calentamiento global, y, encima, no tienen a dónde ir, puesto que los humanos hemos usurpado sus territorios. Aparte del cambio climático veloz, hemos provocado la superpoblación de la Tierra y no dejamos de causar contaminaciones. Desechos de plástico han sido descubiertos incluso en la Fosa de las Marianas, que es la parte más profunda conocida de los océanos del mundo. Sin embargo, a diferencia de los dinosaurios, los seres humanos contamos con una opción y, es que si nos queremos salvar, los políticos deben, por fin, fijarse en lo que dicen los científicos. Si no se toman medidas urgentes ahora, dentro de 20 o 30 años ya podría ser demasiado tarde para adoptarlas.

Pese a que sólo podemos imaginarnos a los enormes monstruos que vivieron en tiempos de la prehistoria en la Tierra,únicamente por sus restos, algunos de sus semejantes siguen aún a nuestro lado: Se han extinguido, por decirlo así, no todos los dinosaurios, dice la doctora Jristova. Por muy extraño que suene, si se comparan los mamíferos y, en general, las especies que existen en nuestro planeta y las aves que sobrevivieron desde la época de los dinosaurios, comprobaremos que éstas como variedades son de un número superior al de nosotros. De modo que murió una parte de los dinosaurios, mientras otros siguen revoloteando en nuestro derredor regocijándonos por sus trinos y sus colores. Si no se hubieran extinguido los dinosaurios no hubiese aparecido la inteligencia humana que, desgraciadamente, no se emplea frecuentemente en la creación de algo positivo, sino básicamente se usa para la destrucción.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Archivo personal