El primer mes del verano tradicionalmente trae consigo tormentas eléctricas que a su vez se obran vidas humanas, una de las cuales en un parque infantil en Sofía. También se han incendiado algunas casas. Entre los temas pendientes hay diversos problemas en el campo del diseño, construcción y mantenimiento de la protección contra rayos del país; la discusión sobre el tema ha quedado en segundo plano debido a la cuestión de los subsidios de los partidos y la ordenanza sobre las mascotas, tal vez hasta la próxima serie de trágicos accidentes. De hecho, los accidentes causados por rayos se están incrementando en todo el mundo, debido al calentamiento global. La pregunta es ¿qué hacer para prevenirlos? No disponemos de estadísticas precisas en esta área, dice el Ing. Ernesto Noriega Stefanov, experto en protección contra rayos.

No hay ninguna red en Bulgaria que registre los rayos caídos en tiempo real. Según el mapa de regiones del país según la intensidad de la actividad de rayos en el Reglamento № 4 actual sobre protección contra rayos, la región de Sofía se encuentra entre las que tienen el mayor promedio anual de rayos por km2: 12, siendo el promedio anual del país de 5. Sin embargo, la Ordenanza es de 2010 y ya está desactualizada. Creo que es necesario actualizar el mapa, lo que ayudaría a los diseñadores, puesto que uno de los criterios para determinar el nivel de peligro para los edificios es la intensidad de las tormentas en la región, señala Noriega y destaca que la actualización necesita la base normativa porque muchos diseñadores trabajan sobre criterios obsoletos. Si alguien decidiera diseñar un centro de datos de protección contra rayos o un parque fotovoltaico, por ejemplo, no encontraría las instrucciones en la ordenanza. Por eso muchos diseñadores improvisan, buscando información en Internet. Los organismos de control a menudo no tienen la capacidad necesaria y la verificación se agota con la conexión a tierra.

Según el experto, otro problema es que en Bulgaria todo el mundo se considera especialista en todo. Tenemos muchos instaladores eléctricos que lo hacen todo, incluyendo la protección contra rayos. Cualquier diseñador puede diseñarla. En otros países como Francia, España, Alemania, Estados Unidos, no es así, hay empresas especialmente certificadas para construir sistemas de protección contra rayos, dice Noriega.

En Bulgaria operan un máximo de 4 empresas profesionales en ese campo que no pueden cubrir todo el país, con lo cual muy a menudo se construyen sistemas que no garantizan una protección efectiva contra rayos.

Según las regulaciones europeas, cuando cae un rayo en un sistema de protección contra rayos hay que comprobar el sistema entero. También se deben instalar contadores de rayos. Cuando cae un trueno, el sistema debe volver a certificarse. También es necesario el mantenimiento de la protección contra rayos de edificios antiguos. Sin embargo, en Bulgaria todo esto no es la regla sino la excepción. Se necesitan reglas más estrictas y un control efectivo para abordar estos problemas. Según Ernesto Noriega, actualmente en el país es necesario lo siguiente:

Muchos de los parques infantiles y estadios, iglesias y monasterios donde se reúnen cientos de personas no son a prueba de rayos. En Estambul, por ejemplo, hay protección contra rayos en todas las mezquitas. En Bulgaria el problema es que se espera a que algo suceda para tomar medidas. A veces.

Para terminar, algunos consejos de experto sobre qué hacer si nos alcanza una tormenta eléctrica en la montaña:

Es bueno no estar cerca de árboles solitarios, sino de un grupo de árboles y nunca a menos de un metro. No debemos hablar por teléfono, abrir un paraguas ni sostener una caña de pescar. Para reducir riesgos es bueno agacharse, hacerse una bola sin tocar el suelo con las manos y esperar a que pase la tormenta.

Según el ingeniero Noriega, también es necesario formar a los niños en las escuelas, y él está dispuesto a ayudar en la elaboración de folletos informativos. Eso ayudaría a construir una cultura común sobre este tema entre la población.

Versión en español por Marta Ros