Bulgaria aspira a seguir una política pragmática y equilibrada con respecto a Rusia, ha declarado el primer ministro búlgaro, Boyko Borisov, en el Parlamento. El único asunto pendiente que se está negociando es sobre las licencias de armas. Según Borisov, el proyecto de la central nuclear de Belene fracasó hace años debido a la falta de un precio claro. La situación es diferente ahora: 12 empresas extranjeras han solicitado llevar a cabo la construcción y “Rosatom” participará en el futuro consorcio porque es la compañía que suministró los reactores. El primer ministro añade que las sanciones europeas a Rusia se mantendrán hasta que se implementen los Acuerdos de Minsk. Borisov añade que el año que viene el presidente ruso, Vladimir Putin, visitará Bulgaria.