Dobri Dobrev, conocido como el abuelo Dobri, que regaló todos sus inmuebles y ahorros a iglesias y monasterios búlgaros e Ivanka Petrova, madre del militar Antón Petrov, que murió en 2003 en Kerbala, en Irak, que cada año da una beca a un alumno de la escuela de su hijo, el Colegio de Construcción Naval, de Ruse, están entre los 18 búlgaros condecorados con el título de Búlgaros Dignos de 2013. Durante la entrega de los premios el premier, Plamen Oresharski, manifestó que en el mundo comercial y egoísta en que vivimos escasean cada vez más las manifestaciones de bondad y compasión. El ejemplo que dan los nominados al premio indica que a pesar de las dificultades todos podemos ser mejores. “Estas personas merecen respeto y hacen que me sienta orgulloso por ser búlgaro”, subrayó el premier.
