San Juan de Rila Taumaturgo

Publicado el 19/10/09 15:17

San Juan de Rila

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El 19 de octubre la Bulgaria ortodoxa venera la preclara memoria del santo más autóctono del santoral búlgaro: San Juan de Rila, patrono de los Próceres de la Ilustración.
El reverendísimo padre Juan de Rila, ermitaño y taumaturgo, es venerado no sólo por los búlgaros, sino también por las Iglesias Ortodoxas de los pueblos eslavos, por la Iglesia Ortodoxa de Constantinopla, por la Iglesia Ortodoxa Griega, etc.
Nació y vivió en los tiempos revoltosos de las postrimerías del Primer Reino Búlgaro (años 681-971). Desde muy joven decidió consagrarse a Dios y dedicar su vida a la oración. Renunció a la vida mundana y buscó la soledad en la montaña Rila. Con el tiempo se le unieron muchos seguidores y novicios.
San Juan de Rila fundó el Monasterio de Rila que a lo largo de los siglos, y sobre todo en los oscuros años de la dominación otomana de Bulgaria, fue una fortaleza del espíritu nacional de los búlgaros y aportó en alto grado a la conservación de las letras búlgaras.
A lo largo y ancho de toda Bulgaria existen múltiples monasterios fundados por iniciativa y con la bendición de San Juan de Rila. Escuchemos lo que piensa sobre este santo un contemporáneo nuestro, un joven búlgaro: Svetoslav Tsékov, estudiante de cuarto año del Seminario de Sofía, que lleva el nombre precisamente de San Juan de Rila.

“Sin duda San Juan de Rila es el santo más venerado en nuestras tierras. Desde pequeño él se sintió poderosamente atraído por la religión. Fue pastor hasta los 25 años de edad, pero su sueño siempre fue ser monje ermitaño. Durante el reinado del príncipe Borís fueron construidos muchas iglesias y monasterios que se convirtieron en focos del cristianismo y centros literarios. Entonces San Juan de Rila entró en el Monasterio de San Demetrio, al pie de la cima Rúen en la montaña Osogovo, en proximidad a su pueblo natal de Skrino. Allí estudio el catecismo y se perfeccionó hasta tomar los hábitos. Luego buscó la soledad para dedicarse a la oración y a la vigilia. Pronto se extendió la fama de su santidad ya que gracias a él se habían producido múltiples milagros”.
Acudieron en su compañía múltiples personas que querían seguir su ejemplo. Entonces San Juan de Rila fundó el Monasterio de Rila, que se ha mantenido hasta nuestros días. Gracias a las fervorosas oraciones de su fundador el monasterio fue creciendo y fortaleciéndose. ¿Cómo concibe las ideas y las enseñanzas de San Juan de Rila un joven búlgaro que ha optado por dedicarse a la fe? Escuchemos nuevamente a Svetoslav Tsékov.

“Su legado incita a una vida justa y a cultivar las virtudes. Le denominamos reverendísimo porque San Juan de Rila se asemejó más a Dios que a los humanos. Hoy pocas personas viven con la probidad que le fue propia”.
Hoy los búlgaros acuden con mayor frecuencia a la iglesia. ¿Se han hecho más religiosos o es que ir a la iglesia se ha puesto de moda?

“Es un tema muy controvertido y hay muchos debates sobre esta cuestión, dice Vladislav Tsékov. Cada uno entiende este fenómeno a su manera. En lo personal creo que no se debe ir a la iglesia por obligación o porque está de moda. Hay que hacerlo con convicción, sentirlo como una necesidad, como parte de ti mismo. Una de las normas apostólicas reza que si faltas a misa durante tres fiestas sagradas seguidas, serás excomulgado. En nuestros días esto no se hace, es imposible practicarlo”.
Poco antes de su muerte San Juan de Rila redactó sus legados a los monjes del monasterio que había fundado, incitando a todos a defender la fe cristiana ortodoxa, ser fieles a las normas morales, cultivar el amor y la caridad entre los seres humanos, y propiciar el perfeccionamiento espiritual de las personas y la unidad de la Iglesia Ortodoxa Búlgara y del pueblo búlgaro.

Versión en español de Raina Petkova

По публикацията работи: Svetlomira Tsvetkova