Kostadinka Miladinova: Vivimos en una sociedad variopinta

Publicado el 06/11/09 13:40

Ilustraciones de Kostadinka Miladinova del libro del gran pensador checo y activista religioso Jan Amos Komensky “El laberinto del mundo y el paraíso del corazón”.

Foto: Архив

A pesar de que vivimos en la época de Internet los libros tienen sus admiradores. Las bellas ilustraciones de las portadas son las que captan la mirada de los lectores. Kostadinka Miladinova, o Dida, como suelen llamarla sus amigos, es una de las personas que recrean las imágenes de protagonistas, lugares y acontecimientos de la literatura con la ayuda del lápiz y el pincel.
Kostadinka Miladinova trabaja en el dominio de la gráfica, de la ilustración, el ex libris, la litografía, el grabado y la pintura a la acuarela. Ha ilustrado más de cien libros para menores y adultos. Tiene en su haber varios premios entre los cuales hay galardones nacionales de la Unión de Pintores Búlgaros, un diploma honorífico del Salón 87, Grand Palais, París, entre otros. Ha heredado su talento artístico de su abuelo materno que era pintor de iconos. Su esposo, Penio Valchanov, y su hija Miroslava Valchanova-Megre, también son pintores.

“Mi trayectoria profesional tiene raíces muy profundas, cuenta Kostadinka Miladinova. Mi abuelo fue pintor de iconos. Solía ir a su taller y pasaba horas observando cómo pintaba las imágenes de santos y querubines, y escenas de la Biblia... También pintaba las paredes de las iglesias, fue una persona de espíritu noble y carácter bondadoso. Él despertó en mí el amor hacia la pintura. Dibujo desde que tengo uso de razón. Ingresé en el Colegio de Bellas Artes de Sofía y después me matriculé en la carrera de gráfica en la Academia de Bellas Artes de la capital búlgara. Cuando estuve en el segundo curso obtuve una beca para estudiar en el extranjero. Continué mis estudios universitarios en Bratislava, en la ex Checoslovaquia, en la clase del catedrático Vincent Jlozhnik y el profesor Albin Brunovski. Residí en esa ciudad hasta que me gradué. Después regresé a Bulgaria y me dediqué a las ilustraciones gráficas con las que participé en muchas exposiciones. Largos años trabajé como diseñadora, redactora artística y fui pintora en una de las revistas infantiles más populares para aquella época. Hoy en día sigo trabajando en este campo. Soy diseñadora en la revista Europa 2001 que dedica cada uno de sus números a un país determinado. Además, continúo dibujando y participo en diferentes exposiciones internacionales y concursos, ilustro libros y pinto carteles”.

Uno de los últimos trabajos de la pintora fue ilustrar el libro del gran pensador checo y activista religioso Jan Amos Komensky, quien fue profesor en varios países de Europa y es considerado el padre de la pedagogía contemporánea. Su obra se edita en la República Checa, Italia, Bulgaria e Inglaterra; se encarga de las ilustraciones un pintor del respectivo país.

“Me he graduado en la ex Checoslovaquia por lo cual este trabajo me agradó muchísimo”, dice Kostadinka Miladinova y agrega:
“El ilustrador está obligado a poner énfasis en los momentos más importantes del libro y ofrecer una idea de los pensamientos del autor. Sería bueno desarrollar la idea del autor si el texto lo permite. Respecto al laberinto del mundo y el paraíso del corazón para mí fue una experiencia inolvidable leer el texto y tener la posibilidad de hacer las ilustraciones de esta edición. El texto es específico, suena un poco raro desde nuestro punto de vista ya que fue escrito en los siglos XVI-XVII. Tuve que familiarizarme con esa época, comencé a colectar materiales sobre estos siglos. Para poder ilustrar acertadamente un libro escrito hace 400-500 años hace falta que el pintor haga renacer el espíritu de la época. En este caso se trata de la época de los alquímicos, de los matemáticos, de los astrólogos y de los astrónomos. Entonces existía un enorme interés por estas ciencia y Komenski escribió sobre todo esto”.

A juicio de Kostadinka Miladinova, el golpe económico que afronta Bulgaria va de la mano con una pobreza espiritual muy peligrosa. Ella subraya que escasean los medios para cultura, que es cada vez más difícil encontrar a patrocinadores y al mismo tiempo:
“Hay personas que pasaron su vida sin creer en nada y ahora de repente las vemos en las iglesias. Organizan ritos suntuosos sin darse cuenta de su sentido espiritual. Sin embargo, en Bulgaria todavía hay personas que llevan una vida verdaderamente espiritual. Estas no hacen alarde de que creen en Dios, no subvencionan la construcción de iglesias lujosas pero su fe es pura y profunda. Al mismo tiempo vemos a personas que le han dado la espalda a las normas éticas y morales y viven siguiendo el lema “Vive el momento y no pienses en el mañana”. Vivimos en una sociedad variopinta, una sociedad donde existe fragmentación social y espiritual y en la cual la gente no logra hacer su elección por algunos hechos o sucesos que la fuerzan a verse metida en tal o cual categoría social”.

Versión al español de Hristina Taseva

По публикацията работи: Diana Hristakieva

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