“La arquitectura de Plóvdiv es espectacular. La decoración de las fachadas contrasta con el color en que está pintada cada casa. Eran casas muy cómodas en su época. Buena parte de ellas, sobre todo las de la segunda mitad del siglo XIX se construyeron con el fin de demostrar la riqueza de sus dueños. Con la casa se demostraba el buen gusto estético como también la bonanza económica. La antigua Plóvdiv, como le llamamos hoy, era un sitio para vivir y a gusto. Las tiendas de comercio y los talleres estaban en otro barrio que, lamentablemente, se redujo a cenizas después de un incendio en 1906, es el llamado barrio “Kapán”, o sea, “La Trampa”. Allí las callejuelas siguen llevando los nombres de los oficios que ejercieron sus dueños. Puede usted dar un paseo por las calles de los orfebres, los herreros, los sayaleros, etc., aunque los edificios son nuevos y no tienen nada que ver con el antiguo barrio “Kapán”.

Según Rumiana Stóeva, el casco antiguo ha servido de escenario de muchas películas búlgaras y extranjeras. Hay más de 250 casas antiguas que han conservado sus fachadas y su atmósfera de la época de sus primeros propietarios. Algunas de las casas han sido convertidas en museos o galerías, otras se utilizan como escenarios para espectáculos musicales y dramáticos de cámara. Rumiana Stóeva nos presenta otro lugar de Plóvdiv que merece la pena visitar:

“La galería “Trakart” está construida sobre los cimientos conservados de una casa de la época romana. El visitante puede pasear por sus pasillos, echar un vistazo a las habitaciones y ver alguna de las exposiciones modernas de la galería. Y hay alguna nueva siempre. Este sitio presenta interés porque hoy en día allí tienen lugar seminarios, se proyectan películas, etc. La podemos considerar también un museo de los mosaicos. Lo más importantes es que todo allí es auténtico”.

Plóvdiv es famosa también como la ciudad de los festivales. Rumiana Stóeva nos habla de algunos de ellos:

“Tal vez el que a más turistas extranjeros atrae, es el festival de arte operístico “Veladas de Verdi” que se celebra en el mes de junio, continúa diciendo Rumiana Stóeva. Al principio las actividades del festival tenían lugar en una de las colinas de Plóvdiv. Ahora la música de Verdi suena en el Teatro Antiguo donde la vivencia de escucharla es irrepetible. Se trata de un monumento romano que data de finales el siglo I e inicios del siglo II. En el cabía una décima parte de la población de la ciudad en aquel entonces. Después de restaurado a principios de la década de los 80, su admirable arquitectura se convirtió en escenario de magníficos espectáculos teatrales y operísticos. Allí tiene lugar también un Festival Folclórico Internacional y “Las veladas cinematográficas de Filipópolis”. La antigua Plóvdiv tiene sus fiestas también. Suelen celebrarse a inicios de setiembre. Este año hemos recibido por tercera vez a muchos invitados a “La noche de los museos y galerías”. En nuestra ciudad hay gran número de galerías de arte privadas: ya son más de 30”.

Para Rumiana Stóeva – Titeriakova, Plóvdiv es una ciudad de especial magnetismo por sus monumentos antiguos sus festivales, pero también por sus nuevos sitios de diversión. Los clubes de jazz recuerdan aún el primer cuarteto búlgaro de jazz “Beli, zeleni, cherveni”, o sea, “Blancos, verdes y rojos”, cuyo nombre hace alusión al tricolor nacional, un cuarteto que triunfó hace más de treinta años. Al lado de algunos hoteles antiguos, que conservan su presencia aristocrática, se construyeron gran número edificios nuevos que ofrecen alojamiento a los millares de visitantes durante la feria internacional que se celebra todos los años. Tras su primera visita a Plóvdiv, la mayoría de los turistas vuelven en busca de la atmósfera, tan especial, de esta ciudad antigua y eterna. 

Versión en español de Plamen Hrístov