El golpe militar del 19 de mayo de 1934

Publicado el 17/05/10 10:41

Durante mucho tiempo, el golpe del 19 de mayo de 1934 fue calificado por la historiografía búlgara de “fascista”. En realidad, el pronunciamiento formó parte de una tendencia europea de establecimiento de regímenes dictatoriales en las condiciones de crisis de la democracia parlamentaria. Comenta Konstantin Sabchev:
“Las elecciones de 1931 llevaron al poder a una coalición de cinco partidos: agraristas, demócratas, liberales y radicales, desgarrada constantemente por luchas por un nuevo reparto de los puestos encumbrados en la administración del Estado búlgaro. Descontentos por los pulsos políticos a lo pequeño, los militares decidieron preparar un golpe de estado. En esa situación, a comienzos de 1934, se desencadenó en el país una aguda crisis de gobierno. El primer ministro Nikola Mushanov dimitió, y el parlamento decidió por votación dejar de sesionar hasta que se formara un nuevo gabinete.
El 16 de mayo Mushanov recibió el mandato de formar un nuevo gabinete pero todos sus sondeos fracasaron por la codicia de todos los partidos, ávidos de poseer el mayor número posible de ministerios. El 17 de mayo, la jefatura de la Alianza Militar, creada en 1919, se reunió en sesión extraordinaria y resolvió que el pronunciamiento debía llevarse a cabo, por haberse sumido el país en un atolladero.
En vísperas de la acción, la Alianza Militar contaba con 814 oficiales conspiradores en todas las guarniciones del país. Los hilos del complot eran tirados por el coronel de la reserva Damian Velchev y por el nuevo presidente de la Alianza, el general Pencho Zlatev. A la una de la madrugada del 19 de mayo de 1934, éste llegó a la Academia Militar y asumió la dirección operativa del golpe, que prosperó sin mayores problemas.
El gobierno que llegó al poder el 19 de mayo de 1934, expresaba los criterios del círculo político “Zvenó” de que el estado búlgaro necesitaba una reestructuración radical. El manifiesto del nuevo gobierno manifestaba la ambición de edificar un sistema político y económico completamente novedoso. El ejército fue proclamado como la única institución que no estaba afectada por el proceso de la putrefacción.
“Los nuevos gobernantes eran partidarios del poder en las condiciones de ausencia de partidos. Todos los partidos políticos fueron ilegalizados, se introdujo la censura de la prensa, el autogobierno local fue liquidado, continúa diciendo Konstantin Sabchev. La constitución fue suspendida, y el parlamento, disuelto. El gabinete gobernaba por decretos y disposiciones que tenían la fuerza de leyes. El primer ministro Kimon Gueorguiev y sus ministros estaban imbuidos, hasta cierto punto, por la reestructuración estatal llevada a cabo entonces en países totalitarios como la Alemania nazi, la Italia fascista y la Unión Soviética de Stalin. Sin embargo, la gran diferencia entre el caso búlgaro y el de esos países totalitarios consistía en que el régimen búlgaro del 19 de mayo de 1934 no se estructuró sobre la base de ningún partido, no tuvo un líder destacado ni estructuras de organización a escala nacional en que apoyarse.
El nuevo gobierno organizó, eso sí, una propaganda centralizada, controló la prensa, los teatros, los cines, las reuniones y las conferencias públicas. Procedió a formar sindicatos estatales y a incrementar la intervención del estado en la economía. Para quedar bien con los pobres, el gabinete redujo las deudas de los búlgaros de ingresos menores en un 50%. Luego, impuso el monopolio del estado en algunos sectores clave de la economía, pero sin afectar la propiedad privada.
El gobierno de mayo de 1934 estableció relaciones diplomáticas con la URSS y buscó el acercamiento con la vecina Yugoslavia. Sin embargo, las contradicciones en el seno de los militares golpistas no tardaron en salir a flote. Hubo tres cambios de primer ministro y el último dejó el poder prácticamente en manos del monarca búlgaro Borís Tercero. La mayor parte de las ideas de reestructuración radical del estado fueron abandonadas. El rey asumió el gobierno real de Bulgaria, los militares volvieron a sus cuarteles y los partidos empezaron a existir de forma semilegal, a pesar de la prohibición oficial de su actividad.

Последвайте ни и в Google News Showcase, за да научите най-важното от деня!

Compartir

El golpe militar del 19 de mayo de 1934

Más de la sección

La fiesta judía de Pesaj comienza el 22 de abril

Hace 80 años fue descubierta la tumba de Kazanlak

Las nuevas tecnologías recrean la batalla de Tútrakan