Según Aleksandar Iliev, director de la expedición, la misma tuvo su inicio como una tesis científica que no es nueva en la historiografía búlgara y que radica en el hecho de que los búlgaros, antes de migrar al Oeste, formaban parte de los pueblos de la gran familia antigua iraní y que su patria se encontraba en la montaña Pamir en Asia.
“La expedición ha tenido carácter de proyecto piloto: su objetivo ha sido encontrar pruebas en apoyo de esta tesis y marcar las líneas en que se realizarán serias investigaciones científicas interdisciplinarias”, subrayó Aleksandar Iliev.

En una conferencia de prensa en Sofía él presentó las áreas en las que han sido detectadas analogías. La estrella de seis puntas, por ejemplo, fue usada como símbolo de la estatidad tanto en Persia, como también por algunos soberanos medievales búlgaros: Tervel, Iván Aleksandar, Iván Stratsimir, señaló él. Entre las similitudes en las tradiciones de la construcción está el uso de cuadras (macizos bloques de piedra, bien elaborados). Son característicos de las remotas capitales búlgaras Pliska y Preslav, y en Irán se pueden ver en Pasargada, Bishapur, Persepolis.
Ha sido encontrada una inesperada similitud entre los ritones pérsicos y sus famosos análogos tracios en las actuales tierras búlgaras. De hecho, parte de Tracia fue anexionada por Persia en tiempos remotos. Es grande la similitud entre algunas jarras del reino persiano del Imperio Sasánida que existió desde el siglo 3 hasta mediados del siglo 7, y una jarra ricamente ornamentada perteneciente a un tesoro de un soberano búlgaro del siglo 9.
Han sido encontradas similitudes también entre los instrumentos musicales tradicionales, el colorido de las alfombras, las hierbas utilizadas en la medicina antigua, los rostros de coetáneos de ambos países.

En opinión del historiador Gueorgui Bakalov, cada vez más personas de nuestro país piensan que es hora de romper con la tesis existente, ya más de un siglo, acerca de la pertenencia de los protobúlgaros al grupo huno-turco y con la opinión de que su patria remota está cerca de la montaña Altay en Asia Central. El historiador afirma asimismo que en las fuentes no ha sido encontrada ni una sola seria prueba de ello.

“A lo largo del tiempo se han acumulado muchos datos que han empujado nuestra patria cada vez más al sur hasta que al fin hemos comprendido que se trata de la montaña Imay entre Pamir y Hindokush”, continúa diciendo Gueorgui Bakalov. –“De ahí la similitud con los pueblos de habla iraní. Empezamos a encontrar también algunas analogías lingüísticas, incluso símiles en la esfera más conservadora de la vida – el folclore. Así se llegaron a formular no sólo las primeras opiniones teóricas, de gabinete, y se realizaron las primeras expediciones...
Todo ello acumula más y más nuevos materiales en respaldo de nuestra tesis. Como un científico profesional no puedo ser absolutamente categórico, puesto que el científico debe ser escéptico ante todo. Pero la abundancia de materiales en apoyo de la tesis sobre nuestro origen indio-iraní, contrapuesta a la tesis de las raíces huno-turcas, es absolutamente convincente”.

En el equipo que regresó de Irán estaba el docente Ivo Panov, iranista de renombre. “Como representante de la comunidad académica, para mí lo más importante eran los contactos que íbamos a realizar en el terreno, con orientación de la futura labor”, dice él. “Nuestra expedición era de carácter piloto, de sondeo, y nuestro objetivo era seleccionar obras, sobre las cuales trabajarán especialistas en diferentes áreas de la ciencia, para pronunciarse en pro o en contra de la tesis que estamos defendiendo. Tuvimos éxito, porque fuimos recibidos a muy alto nivel en distintas instituciones de Irán”.

Los científicos búlgaros tuvieron encuentros con múltiples especialistas y regresaron con una lista de por lo menos unos diez títulos de obras de historiógrafos de origen pérsico. En ellas, según el docente Panov, hay párrafos en los que con lujo de detalles se describen el origen y el lugar que habitaron los búlgaros, sus costumbres y su religión. En la Biblioteca Nacional de Irán y en la Biblioteca de la Universidad de Teherán los científicos recibieron la promesa de que se les proporcionarán todos los manuscritos y libros antiguos que soliciten.

Versión en español de Nadya Despótova

Fotos: Cortesía de los organizadores de la expedición "La Patria Antigua de los Búlgaros