Mónica Panayótova: “Estamos empezando apenas a forjar una nueva moral en la política”

Tras los intentos de algunos diputados pertenecientes al partido gobernante GERB que ocupaban posiciones clave, de presionar a medios informativos y hacer lobby en detrimento de la sociedad, en el Parlamento búlgaro fueron depositadas varias dimisiones parlamentarias y se procedió a rápidos relevos.
Un año después de haber prestado juramento, los diputados han relevado al vicepresidente del Parlamento, al presidente y al vicepresidente de la Comisión Parlamentaria de Sanidad y al presidente de la Comisión de Asuntos Europeos. Este último fue relevado por Monika Panayótova, de 26 años, presidenta de la organización juvenil del partido gobernante GERB.
“Esta designación es para mí una gran oportunidad pero a la vez una alta responsabilidad, y una prueba de que la gente joven de Bulgaria es una fuente de energía para la sociedad en tiempos de crisis y no sólo en el período de elecciones. Es muy importante aprovechar su potencial”, dijo Mónica Panayótova a esta Radio Bulgaria.
En sus palabras, últimamente se habla mucho de la necesidad de más moral en la política. “Creo, dice ella, que apenas ahora estamos empezando a forjar la nueva moral”
“Hasta ahora los conceptos de moral y política se excluían recíprocamente, expresa la parlamentaria. Ahora el partido GERB parte del principio de que las normas son idénticas y valen para todos por igual. Ya las personas no se dividen en “nuestras” y “vuestras”. Lo que hay son acciones con las correspondientes reacciones a las mismas. Esto demuestra que por primera vez en todo el período de transición de Bulgaria hay una fuerza política que tiene la voluntad política de actuar de modo intransigente en cuanto exista la más mínima duda de infracción, incluso no habiéndose probado aún la culpa. Para mí, la moral significa ser realmente responsable, llevar a cabo una política basada en valores avalados por actuaciones concretas. Cuantas más sean las personas de alta moral, capaces de autocontrolarse, profundamente convencidas de la corrección de sus actuaciones, tanto mejor para el país porque así las cosas realmente podrán cambiar. El cambio del país depende del cambio de cada uno de nosotros a nivel individual, indistintamente de si se está en el gobierno, en la empresa pública o en la privada. Cada individuo es un motor de la sociedad y debe dar lo máximo de lo que sea capaz para que podamos avanzar en el sentido correcto”.
En opinión de Monica Panayótova, la separación de personas de los cargos clave que ocupaban en el Parlamento es una especie de sanción.
“De momento no existe en Bulgaria otro mecanismo para retirar a los diputados, comenta la parlamentaria. Lo que importa en este caso es que, al existir incluso meras sospechas de actuaciones incorrectas, incluso sin que se haya comprobado la culpa, existe la voluntad política de imponer sanciones. Importa también que los propios diputados que hayan cometido una falta tengan la convicción de que han de dimitir, según la práctica europea, y no han de esperar que se les obligue a hacerlo”.
Mónica Panayótova reconoce que la estrecha colaboración que exige el Tratado de Lisboa entre los parlamentos nacionales y el Parlamento Europeo facilita su trabajo como responsable de la Comisión de Asuntos Europeos de la Asamblea Nacional de Bulgaria. En sus palabras, los diputados búlgaros mantienen contacto continuo con los eurodiputados por Bulgaria, que participan activamente en la forja de la legislación europea.
“Ahora, con el Tratado de Lisboa, el papel de los parlamentos nacionales cobra especial importancia. Antes de ser depositado en la correspondiente comisión del Parlamento Europeo, cada proyecto de ley es examinado obligatoriamente por los parlamentos nacionales. El contacto directo con nuestros eurodiputados es muy importante. No hace mucho la presidenta del Parlamento búlgaro, Tsetska Tsacheva, y la eurodiputada por el partido GERB, Eliana Ivanova, han tomado la iniciativa conjunta de trabajar por la cancelación de las restricciones vigentes para los trabajadores de Bulgaria en 10 países comunitarios. Los eurodiputados son nuestros embajadores en Bruselas y no deben ser concebidos como unas personas que cobran retribuciones muy altas pero que están al margen del acontecer nacional. Cuanto más activa sea nuestra interacción con ellos, más avanzará Bulgaria en su desarrollo”.
Y en lo que respecta al nuevo cargo que le ha sido encomendado, de presidenta de la Comisión Parlamentaria de Asuntos Europeos, Mónica Panayótova, expresa.
“Suelo afrontar todo desafío con mucha responsabilidad, estando muy consciente de que el ascenso en la jerarquía implica más responsabilidades que ventajas. Daré lo que pueda: mi energía, mi tiempo, lo mejor de que sea capaz. Creo que la autodisciplina es algo sumamente importante. Pertenezco al partido GERB desde su creación porque es un partido que ofrece oportunidades a la gente joven y tiene la voluntad política de cambiar la mentalidad y la visión negativa de lo que es la política. Lo importante es que las personas tengan su opinión, participen activamente en la política, sigan de cerca los procesos y actúen como factor corrector. El entorno que está creando el partido GERB, de máxima apertura que permita ver también nuestras deficiencias, es la forma de actuar más acertada para que podamos corregir con tiempo nuestras imperfecciones y podamos evolucionar”.
En los años de la transición muchos búlgaros se marcharon al exterior para estudiar y buscarse la vida allí. Refiriéndose a todos ellos, Mónica Panayótova dice:
“Bulgaria necesita a estos búlgaros. Necesita gente joven activa y competente que no tema opinar y que desee cambiar el país. Todos ellos se marcharon de Bulgaria porque no les gustaba lo que estaba ocurriendo en el país. Ahora es el momento de que empiecen a retornar y a invertir en su futuro en la Patria”.

Versión en español de Raina Petkova

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