El director de fotografía Iván Tzónev es una de las leyendas de la escuela de cinematografía búlgara. Este maestro de la cámara de 78 años de edad ha filmado más de 120 películas, algunas de las cuales también ha dirigido. Ha ganado unos 20 premios, entre otros los de los festivales nacionales la Rosa de Oro y el Ritón de Oro y de los festivales en Moscú, Leipzig y Lille. Iván Tzónev y los directores de cine Yuli Stoyánov, Nevena Tósheva, Eduard Zajáriev y Oscar Kristánov pusieron las bases de la escuela moderna en el cine documental búlgaro. En la filmografía del cineasta hay películas dedicadas a  Andrzej Wajda - uno de los más relevantes directores de cine polacos -, a Antoni Gaudí, como también a importantes acontecimientos y destacadas figuras de la historia y la cultura búlgaras. A lo largo de los años, su cámara ha registrado la poesía y la prosa de la vida cotidiana del pasado reciente de Bulgaria que, desde el punto de vista del espectador moderno, contiene muchas escenas curiosas para analizar y comparar.
“Me atrevería a afirmar que soy uno de los pioneros en Bulgaria de la llamada “cámara oculta”-, dijo para Radio Bulgaria Iván Tzónev -. En 1965, Nevena Tósheva y yo hicimos un documental titulado “¿Soy realmente tan malo?”, sobre los problemas de nuestro sistema de educación. Si nos ponemos a verlo ahora da la sensación de que fue rodado en nuestros días. Porque, al parecer, casi nada ha cambiado.”
En realidad, durante el rodaje de esta película estaba oculto el micrófono, porque, según el camarógrafo, la gente se aturulla más ante él que delante de la cámara cinematográfica y se olvida de decir un montón de cosas que podría exponer. En cuanto al género documental, Iván Tzónev lo llama “el cine desconocido”. Desde siempre está en la sombra del cine de ficción; la televisión no difunde, no promueve ni discute suficientemente los documentales, afirma él. El camarógrafo recuerda con nostalgia los tiempos pasados, cuando en las salas de cine en pase previo a la película se proyectaba un corto documental, una película de animación o un noticiario. En los tiempos antes de los cambios democráticos en 1989, un editor especial de la única compañía cinematográfica, propiedad del Estado, seleccionaba el tema del noticiero. “Sin embargo, la mayoría de las veces el director de fotografía se iba a filmar sólo. Esto hacía su trabajo realmente importante. Por otra parte, teníamos que economizar la cinta. Imagínense contar con un rollo de película de 7 u 8 minutos para hacer 3 minutos de material utilizable. Hoy día, con las cámaras digitales modernas no hay limitaciones a la hora de rodar. Esto también tiene sus dificultades ya que, cuando se tiene una cantidad enorme de material, es muy difícil elegir las mejores tomas.”
Acerca de las nuevas posibilidades que ofrecen las modernas tecnologías al camarógrafo, Iván Tzónev comenta: “Antaño soñábamos con esto. Las posibilidades son enormes. Siempre y cuando se utilicen con cuidado. Porque a veces se pretende encontrar la forma diferente simplemente porque está de moda. En el cine, lo más difícil y complejo de hacer es una película simple. A mí por ejemplo me molesta cuando una secuencia en color se alterna, sin razón, en blanco y negro, más aún, cuando se le envejece artificialmente presentándolo como material de archivo. En una película de ficción sería lógico porque puede tratarse de una metáfora u de otra cosa, pero en el género documental no tiene sentido.”
Iván Tzónev está agradecido al destino por haber podido trabajar con directores de cine que se dedicaban a temas serios. Por esto trataba los temas elegidos por ellos con mucho respeto. Uno de estos cineastas es Yuli Stoyánov, galardonado recientemente con el premio de la Academia de Cine Búlgara por su trayectoria profesional, con quien Iván Tzónev ha rodado documentales dedicados a relevantes eventos y personalidades del pasado. Hace décadas, los dos comenzaron una película que han estado rodando durante… 40 años.
“Comenzamos en 1965. Hicimos un filme titulado “Reunión de amigos”. Es acerca del reencuentro con los compañeros de mi promoción. Yo propuse a Yuli que fuéramos a grabar. Al principio fue muy difícil. Poco a poco la cosa fue mejorando y logramos hacer un cortometraje sobre la alienación. En 1980 hubo otra reunión que también grabamos. Sin embargo, decidimos que el material no servía para nada. De todas formas, lo guardé. La última reunión fue en 1990, al iniciarse los cambios en nuestro país. Entonces rodamos otro tanto de metraje. Con el productor de cine Andrey Altáparmakov decidimos hacer un documental que resuma el material recogido y que se llame “Encuentros entre camaradas”.
Iván Tzónev ha incluido en la película imágenes de archivo de los noticiarios mostrando una generación a la que le tocó vivir en tres períodos históricos: el de la Bulgaria monárquica, el del gobierno comunista y el de los cambios democráticos.

Versión en español de Daniela Radíchkova