El tesoro tracio de Mezek reproducido en hologramas

Publicado el 16/05/13 12:12

Foto: BGNES

En la Academia Búlgara de Ciencias fue presentada una exposición de hologramas del tesoro encontrado en el túmulo tracio cerca del pueblo de Mezek en el municipio de Svilengrad. La muestra fue accesible para los vecinos de la capital solo tres días, y su destino final es el propio túmulo de Mezek, en cuyo pasillo los visitantes podrán apreciar estas exquisitas piezas. Quien ignore lo que es un holograma, pensaría que los objetos antiguos están puestos bajo cristal en los estantes iluminados, para evuitar que sean tocados. Es tan real y voluminoso el aspecto de los platos, los quinqués, el candelabro y los dibujos. La verdad es otra, dice el catedrático Simeón Sainov:

Todo el volumen está encerrado en una capa de siete micras de grosor emulsionada sobre cristal. Siete micras son la décima parte del grosor de un pelo humano. Se utiliza un efecto denominado interferencia de la luz, que nos permite codificar el volumen de los objetos y registrar la luz reflejada junto con la información sobre cada uno de los puntos en que es reflejada. Es el principio holográfico.

Los hologramas han sido creados en el Instituto Tecnológico de Óptica de la Academia Búlgara de las Ciencias utilizando el método del científico ruso Yuri Denisyuk. La emulsión conocida tradicionalmente como placa holográfica, sin embargo, es know how propio de los científicos búlgaros. Las imágenes creadas de esta manera son consideradas obras únicas si se agrupan en series de hasta cinco unidades. Hay más:

Lo original de la idea en este caso es algo que se hace por primera vez y es que las fieles copias holográficas tridimensionales serán presentadas en su entorno natural, en el pasillo del túmulo, de más de 20 metros de largo. Así se tiende un puente entre las culturas de la modernidad y las de los siglos IV y III a.C., añade el catedrático Sainov.

El tesoro se guarda en el Instituto Nacional de Arqueología con museo de la Academia Búlgara de las Ciencias. En 1903 cerca de Mozek un pastor de la zona encontró la figura de bronce de un jabalí que pesaba más de 120 kilogramos. Ya que en aquel entonces el pueblo estaba en territorio del Imperio Otomano, la impresionante figura fue llevada a Estambul. En 1931 el famoso catedrático y arqueólogo búlgaro Bogdan Filov empezó la excavación arqueológica del túmulo que se extendió hasta el año 1933. Fueron apareciendo objetos elaborados magistralmente en épocas remotas. Parte de ellos presenta la exposición.

La exhibición de las copias holográficas en el pasillo de la antigua construcción forma parte del proyecto del municipio de Slivengrad denominado “Con la riqueza del pasado hacia un porvenir atractivo”, financiado por el Programa Operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional de la UE. Está previsto hacer pintadas del llamado arte callejero en el trecho del camino que lleva a la entrada del túmulo. Bordearán el camino paneles que evocarán la civilización de los tracios.

El proyecto apoya también la restauración y la conservación de otro punto de interés de la zona, la fortaleza medieval. Se prevé que en ella se reproduzcan acontecimientos históricos asociados a esta región. El fuerte y sus inmediaciones serán arreglados al estilo medieval. Los visitantes participarán en diferentes juegos, vistiendo ropajes típicos de la época, y probarán platos típicos locales. Una guía turística publicada por el Ayuntamiento de Svilengrad y una película que será emitida en canales de TV búlgaros y extranjeros difundirán los lugares de interés natural e histórico de esta tierra meridional búlgara.

Versión en español por Mihal Pavlov

По публикацията работи: Veneta Pavlova

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