En los bochornosos días de agosto, los osos Berna y Kostadin, del Centro para la Protección de la Naturaleza y los Animales de la ciudad nororiental búlgara de Dobrich, se refrescan con helado de frutas. La helada golosina se prepara en un recipiente de plástico de 10 litros, en el que se echan un poco de agua, uva, manzanas, ciruelas y peras, cortadas en cubitos y endulzadas con miel. Todo esto se congela y luego el recipiente se corta quedando su contenido al descubierto en forma de un pirulí gigante de hielo con el que los osos se refrescan. En el calor estival los animales del zoo suelen comer mayor cantidad de alimentos verdes y el agua que beben se les cambia tres veces al día para que se mantenga tibia.

El Centro para la Protección de la Naturaleza y los Animales en Dobrich ha sido creado en el marco de un proyecto búlgaro-suizo. En medio de una exuberante vegetación y sobre un área de 16 hectáreas se crían más de 300 animales de 65 especies. El zoo de Dobrich es el primer jardín zoológico con licencia en Bulgaria.