Los cristianos de todo el mundo a menudo se llaman a San Juan Bautista “el mayor hombre nacido de una mujer" (porque Cristo nació de una virgen). Él predicó que el Salvador ya había llegado al mundo. Los que creyeron fueron bautizados por Juan en las aguas del río Jordán, donde más tarde el santo bautizó al propio Jesús. San Juan Bautista fue decapitado por orden del rey Herodes. La Iglesia Ortodoxa honra a san Juan seis veces al año; el 29 de agosto es un día de tristeza (como el Viernes Santo, día de la Crucifixión), porque ese día se recuerda el martirio del santo.

Hay numerosas creencias búlgaras relacionadas con ese día. El 29 de agosto se conoce como “la decapitación de san Juan Bautista”, y se cree que ese día "cruza" el verano y a partir de entonces el clima empieza a refrescar. Por otro lado, se cree que criaturas míticas como serpientes y samodivas, así como cualquier reptil, se trasladan a sus refugios de invierno por todo el mundo y ya no son peligrosas para los humanos. Este día no se debe trabajar y hay que comer frutas y hortalizas rojas y beber vino tinto (que representa la sangre derramada del santo).