"A mano izquierda en el mar Negro está Crimea, a mano derecha, Estambul, y a nuestras espaldas, Kosovo. De modo que el principio en que insisto que se oiga desde aquí y que defiendo  −y, por suerte, también lo defiende Jens Stoltenberg− es el de la defensa y la disuasión. Por esto nos estamos armando, para ser fuertes y disuadir cualquier aspiración hacia nuestro territorio y la Alianza Atlántica. Segundo punto, diálogo con Rusia. Es por esto que estoy trabajando tan activamente: en que se materialicen el proyecto conjunto sobre la planta nuclear de Belene y la Corriente Balcánica. Esto consta en la Casa Blanca, en la OTAN y en la Unión Europea. Es el equilibrio que ofrece a Bulgaria la oportunidad de desempeñar por igual un papel clave en la región y en la cuenca del mar Negro”. Así lo manifestaba en Bruselas el primer ministro de Bulgaria, Boiko Borisov, al término de su reunión con Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN. Por su parte, éste elogió a Bulgaria por haber destinado en 2019 un 3,25% de su PIB a los efectos de la Defensa. Stoltenberg ha enfatizado, asimismo, en el papel de Bulgaria en la solución del contencioso entre Grecia y Macedonia del Norte; solución que ha permitido que ésta reciba una invitación para adherirse a la Alianza Atlántica.