La transición energética es el fundamento del Pacto Verde europeo. Así lo ha manifestado Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, CE, durante la Semana Europea de la Energía Sostenible. A su juicio se trata del plan más avanzado a nivel mundial tendente a la reducción de las emisiones de gases nocivos.

“Hoy nuestro sistema energético genera un 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE. Hay que descarbonizar el mix energético de Europa. La buena nueva es que ya vamos camino de lograr este objetivo. En 2020 la generación de energía por fuentes renovables en la UE se adelantó a la generación de energía a partir de combustibles fósiles. Queremos evolucionar en este adelanto y por ello proponemos que en 2030 la parte correspondiente a la energía producida de fuentes renovables llegue a constituir un 40% del total de la energía generada”. Ursila von der Leyen opina que la producción de hidrógeno puro representa una de las formas para conseguir una neutralidad climática. Esto aportará a que se reduzca el nivel de contaminación provocado por las industrias más contaminantes en Europa como son la producción de acero, la de aluminio y la transportación de cargamentos pesados. Por esta razón la UE aspira a incrementar la producción anual de hidrógeno “verde” a 10 millones d toneladas hasta el año 2030.”Ya es hora de que el hidrógeno abandone los laboratorios y entre en nuestra vida”, ha expresado Ursula von der Leyen, y agrega:

“La transición a la energía verde ofrece asimismo otras ventajas. En las últimas semanas fuimos notando lo importante que es reducir nuestras dependencia de combustibles fósiles como el gas, el crudo y el carbón. Actualmente estamos afrontando un alza brusca de los precios de la energía a escala global. Esto también había ocurrido antes, especialmente en los momentos en que las economías se iban expandiendo y la demanda se anticipaba a la oferta. En la actualidad Europa importa un 97% del petróleo que consume, un 44% del carbón y u 90% del gas. Este hecho transforma a nuestra economía en sumamente vulnerable ante las fluctuaciones de los precios en las bolsas de energía mundiales y nos hace dependientes”.

“Todo kilovatio/hora de energía eléctrica generada por una fuente renovable reduce la dependencia de los países miembros de la UE de una importación y aporta mayor sostenibilidad a sus economías”, ha manifestado Ursula von der Leyen y expresado seguridad de que gracias al Pacto Verde europeo, la UE convertirá la lucha contra la crisis climática en una oportunidad económica para todos y cada uno de los países miembros. A su juicio, tales transiciones de envergadura no son fáciles de lograr y la Unión Europea está consciente de los retos que están afrontando algunos de los sectores industriales de los países comunitarios. Por esta razón habría que ofrecer asistencia a los países menos desarrollados y más vulnerables.

Bulgaria está firmemente decidida a cumplir los compromisos que ha asumido en el marco del Acuerdo de París, en virtud del cual los países signatarios se comprometen a limitar el calentamiento global a no más de 1,5 grados Celsius. Esto ha expresado Stefan Yanev, primer ministro interino de Bulgaria ante la Cumbre del Clima de la ONU en Glasgow. Yanev ha subrayado que Bulgaria, junto con el resto de países miembros de la UE, está obrando con el fin de lograr una neutralidad climática hasta el año 2050.Bulgaria se ha planteado, además, otro objetivo , más ambicioso aún: reducir en u 55% hasta el año 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero.

A juicio del primer ministro búlgaro, sólo una economía que funcione y sea viable podrá ser transformada en el contexto de la transición verde. ”En este proceso hay que tomar en consideración las particularidades de las economías nacionales para que el enfoque sea justo y proporcionado”, ha enfatizado Yanev. Bulgaria trabajará por el logro de tres metas: desarrollar las fuentes de energía renovables y la producción de hidrógeno, potenciar la eficiencia energética de su economía y mantener una movilidad sostenible.

Según Atanás Pekanov, viceprimer ministro, encargado de la gestión de los fondos europeos, Bulgaria  conseguirá cumplir  los requisitos de descarbonización de sus cuencas hulleras, ofreciendo al mismo tiempo a las personas ocupadas en ellas empleo,  ingresos dignos y un futuro más verde. A su juicio esto se volverá  realidad gracias a los proyectos y las reformas plasmados en el Plan de Recuperación y Sostenibilidad  y los recursos asignados  a través  del Fondo de Transición Justa. El Fondo asignará 1.200 millones de euros a  las regiones más dependientes de la producción  hullera. Los fondos se invertirán en modernizar los tipos de producción, potenciar la cualificación y el reciclaje de los trabajadores, invertir en nuevas tecnologías y en eficiencia energética.

Por Kostadin  Atanasov

Versión en español por Mijail Mijailov