En conformidad con el Tratado de Maastricht, el déficit presupuestario del Estado no debe superar el 3% del PIB y la cuantía total de la deuda pública no debe ser superior al 60% del PIB. 

 Hasta el momento estos criterios se acataban estrictamente en Bulgaria  y los gastos públicos se vigilaban rigurosamente. No es casual que Bulgaria era uno de los países de la UE de excelente presentación en lo que se refiere a dichos criterios. 

Algo más, no eran pocas las veces cuando los ingresos en el presupuesto superaban los gastos públicos y se observaba un superávit y aumento de la reserva fiscal hasta 6 mil 600 millones de euros. Ahora, sin embargo, las cosas son distintas. Solo en un mes el superávit se ha convertido en un considerable déficit. De momento la situación está bajo control  ya que el déficit de más de 2 mil millones de euros está en el marco del presupuesto aprobado por a la Asamblea nacional y no supera el 3% del PIB, y la deuda pública acumulada durante el año pasado es de apenas mil 900 millones de euros. 

En noviembre el Ministerio de Finanzas registró un superávit en el Presupuesto Público de 327 millones de euros. Un mes después resultó que este superávit y otras sumas considerables fueron gastados de modo que fue registrado un déficit de más de 2 mil millones de euros. 

Según el Ministerio de Finanzas, el déficit anual será 300 millones de euros inferior a la cuantía plasmada en la ley de Presupuesto Público (2 mil 300 millones de euros). El principal factor para la mejora del déficit que se ha logrado es el mejor gestión de los ingresos, los cuales, comparación hecha con 2020, tienen un crecimiento nominal de 4 mil millones de euros (17.8%), habiéndose recaudado solamente de impuestos y tasas 14.400.000 de euros, o sea unos 400 millones de euros más de lo planificado.  

Los ingresos, las ayudas y las donaciones en el Presupuesto del país para 2021 se espera que superen los 26 mil millones de euros, habiéndose planeado la suma de 25 mil 500 millones de euros, lo cual es un cumplimiento del 103.2% respecto a los cálculos anuales actualizados. En comparación con el año 2020, los ingresos han crecido en más de 4 mil millones de euros. Los gastos en el Presupuesto Público (incluida la cuota que transfiere Bulgaria al Presupuesto de la UE) para 2021 ascienden a casi 29 mil millones de euros, lo cual representa un 101.8% respecto a los previstos en el Presupuesto Público para el año.  

¿Cómo puede ser explicado este viraje inesperado y drástico de las finanzas públicas?

En primer lugar hace falta indicar los gastos sociales y los gastos relacionados con la pandemia generada por el coronavirus. El Gobierno siguió apoyando al empresariado y los ciudadanos socialmente vulnerables en las condiciones de una crisis sanitaria y acelerada inflación. A las medidas operantes se añadieron nuevos gastos públicos para respaldar a los jubilados y el sistema de pensiones. Han sido previstos medios para compensar el drástico encarecimiento de la energía eléctrica para el empresariado.  

Además, por tradición, el Estado trata de pagar las deudas acumuladas durante el año en diciembre. Evidentemente, para llenar el déficit en el presupuesto serán necesarios medios adicionales. Con toda probabilidad éstos serán asegurados al elevar la deuda externa. Esto no parece entrañar graves riesgos para la estabilidad financiera del país cuyas deudas no superan el 30% del PIB, siendo el techo permitido del 60% en conformidad con lo que rezan las reglas del Tratado de Maastricht.  

Por Vladimir Sabev

Versión al español de Hristina Táseva