Son más de 150 las víctimas de tráfico de personas en 2022 en Bulgaria, según los datos de la Fiscalía. Estos son solo los casos denunciados en los que hay diligencias previas en curso. El número real de víctimas sigue siendo un misterio, pero no hay que subestimar el problema de este tipo de esclavitud moderna. Los expertos aconsejan vigilancia personal y no confiar en las promesas de ingresos rápidos y fáciles. Y si caemos en una trampa laboral, podemos buscar ayuda a través de la Línea Nacional de Ayuda contra el tráfico de seres humanos. Se puede llamar al 080020100 desde cualquier lugar de Bulgaria y la UE, de forma totalmente gratuita y con garantía de anonimato.

"Los expertos de la línea de ayuda también brindan asistencia contra una de las formas más comunes de atraer a nuevas víctimas de tráfico de seres humanos: los falsos anuncios de empleo que se encuentran en las redes sociales. Pueden verificar su credibilidad y aconsejar al solicitante de empleo sobre posibles trampas ocultas. El año pasado, la línea nacional de ayuda recibió más de 1,000 llamadas, de las cuales 42 eran de víctimas del tráfico de personas, según nos cuenta Monika Nikolova, directora de la Fundación A21, encargada de gestionar la Línea Nacional de Ayuda contra el Tráfico de Personas, que opera las 24 horas del día."

"Las personas que quieren buscarse una nueva vida fuera del país caen muy fácilmente en diversas ofertas de trabajo en la construcción, la agricultura o cualquier otro sector. Les parece muy tentador, ya que un salario de 1.000-1500 euros les parece una suma muy elevada. Sin embargo, a menudo no piensan que el estándar en el país respectivo es bastante diferente y si para Bulgaria este dinero parece mucho, allí no lo es tanto, y los costes son mucho más elevados", explica a Radio Bulgaria la directora de la fundación Monika Nikolova. "Siguiendo su 'sueño', se topan con personas que les aseguran que pueden empezar de inmediato, trabajar y recibir el salario mencionado."

Sin embargo, desde su llegada, se les aloja en condiciones inhumanas, se les obliga a trabajar sin descanso de la mañana a la noche, sin acceso al mundo exterior. Cuando uno siente que algo va mal, intenta conseguir el dinero que ha ganado y marcharse. Pero resulta que ya está en deuda con sus empleadores porque le trajeron, le pagaron el billete, se ocuparon de su comida y alojamiento. La cantidad que tiene que devolver suele ser enorme y no puede marcharse hasta que la pague".

Una señal por la que podemos reconocer estos anuncios-trampa es la rapidez con la que el supuesto empleador se pone en contacto y la posibilidad de irnos al día siguiente o incluso en la misma semana, ya que nuestro billete y alojamiento ya están facilitados.

Mónica comparte con nosotros otra de las estratagemas más comunes que utilizan los traficantes cuando buscan a su próxima víctima. Esta víctima puede ser de cualquier género, tipo y condición social:

"Hay personas atrapadas en tramas de tráfico de personas para su explotación sexual junto a su relación amorosa. Las redes sociales predisponen y permiten al traficante encontrar fácilmente a su próxima víctima. Se ponen en contacto, empiezan a hablar, a coquetear; poco a poco él comienza a aislar a la chica de su familia y amigos, a controlarla y posiblemente a vivir juntos. El cortejo a veces dura mucho tiempo, a veces va seguido de matrimonio. Después, empieza a explotarla, llevándosela fuera del país con el acuerdo de que trabajarán en el extranjero, ganarán dinero y regresarán a casa, donde vivirán una vida maravillosa".

En el caso de la chica de Stara Zagora mutilada por su novio, Monika Nikolova ve indicios no tanto de violencia doméstica, sino de otro tipo de delito: la trata de seres humanos con fines de explotación sexual.

"La crueldad y tortura que se describen aquí son extremadamente despiadadas y nos recuerdan a otros casos de víctimas del tráfico con fines de explotación sexual en los que hemos intervenido. Estas personas fueron sometidas a torturas brutales, quedando marcadas con múltiples cicatrices físicas. Aunque siguen con vida, su valor como individuos ha sido prácticamente borrado", afirma la directora de la Fundación A21. "Frecuentemente, este tipo de actos también tiene el propósito de aterrorizar a la joven si considera la posibilidad de escapar, ya que no desea continuar con esta actividad. A menudo, esta intimidación es seguida por una paliza severa para dejar en claro que, aunque quisiera marcharse, ya no es una opción viable. En muchas ocasiones, este acto de violencia también sirve como advertencia para que otras chicas comprendan que podrían enfrentar consecuencias similares si toman la decisión de huir".

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