Los gerentes empresariales son optimistas moderados respecto de la salida de la crisis

Publicado el 20/10/09 12:33

Ha transcurrido casi un año desde el día en que la crisis económica mundial entró en nuestros hogares. Los datos actualizados de la economía búlgara no dan motivos para grandes esperanzas. El PIB se ha contraído en un cinco por ciento, la industria en un 30 a 40 por ciento, los créditos malos crecen en flecha, el paro se cierne sobre muchos países europeos. Sobre este telón de fondo los gerentes empresariales no se inclinan a formular pronósticos concretos, aun que eso sí, muestran un optimismo moderado.
La estabilización de la economía se verá recuperada una vez restablecido el sistema crediticio, comentan los empresarios. Los bancos parecieran propensos a disminuir las tasas de interés crediticias, aunque los pronósticos son que éstas no recuperarían su nivel del año pasado.

No obstante la estagnación en el mercado monetario, los bancos auguran un aumento de los créditos en 2010 al 15 por ciento. Algunos gerentes empresariales más optimistas esperan ver los primeros indicios de estabilización económica en la primera mitad del año entrante, e incluso un crecimiento de los ingresos y los beneficios en el segundo semestre de 2010.
Un sondeo de la Cámara de Comercio e Industrias de Bulgaria ha demostrado que casi la tercera parte de las empresas búlgaras no han sentido los efectos de la crisis, aunque más de la mitad esperan un decrecimiento de sus ingresos.

“La tercera parte de las empresas no sienten los efectos de la crisis porque están con un pie en la economía sumergida”, comentó en entrevista a Radio Bulgaria el empresario Krasimir Dachev, dueño de tres compañías que se dedican a la construcción de maquinaria.

“En las diferentes esferas de mi negocio se barajan distintos pronósticos, puntualiza el empresario. En la economía real, es decir en el sector productivo, concretamente en la producción de celulosa y la industria pesada, las perspectivas no son muy alentadoras, no obstante los síntomas de estabilización. Lo malo es que los síntomas no sirven para pagar los créditos ni los sueldos al personal”.

Los mercados internacionales también han dado luz verde, lo cual incidirá positivamente en las exportaciones de Bulgaria. Se perciben notas de optimismo asimismo en las declaraciones de algunos representantes del Banco Central Europeo, en cuya opinión la caída en picado ha terminado. Prueba de ello son los más recientes datos positivos de la producción industrial.

“La economía real, verdadera, es algo más complicada. Allí no se pueden barajar sólo cifras, comenta el empresario con motivo de los pronósticos europeos. El problema de los banqueros europeos y búlgaros radica en que ellos trabajan con cifras y nosotros trabajamos con personas. ¿Cómo explicar a la gente que me he visto forzado a despedir por recortes de personal a causa de la estagnación del mercado que esto no depende de mí? Cuando los negocios iban bien y crecían, comprábamos máquinas y equipos a crédito. Ahora los ingresos han disminuido, la facturación también, pero los bancos reclaman su dinero”.

Según un estudio realizado por la agencia internacional McKinsey, las compañías del sector industrial son las que mayor necesidad tienen de reducir su personal y son más moderadas en sus expectativas de crecimiento del beneficio. Los resultados de este estudio demuestran, sin embargo, que por primera vez desde hace un año los optimistas que esperan un aumento de los beneficios son más que los pesimistas que auguran decrecimiento de éstos.
”Yo espero una mejora del clima para los negocios en Bulgaria, comenta Krasimir Dachev. Los mayores optimistas, diría incluso los optimistas patológicos somos quienes seguimos dedicándonos a la producción no obstante la crisis. Espero una mejora activa del entorno empresarial que a mi modo de ver se hará sentir en primavera del año que viene”.

Versión en español de Raina Petkova

По публикацията работи: Tania Harizanova

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