Konstantin Velichkov: Uno de los forjadores de la Bulgaria moderna

Publicado el 05/11/09 11:19

El 3 de noviembre se han cumplido otro aniversario de la muerte de Konstantin Velichkov: diputado, ministro, traductor, artista del pincel. Con 29 años de edad, Konstantin Velichkov es nombrado ministro de educación pública de Rumelia Oriental: provincia autónoma al sur de la Cordillera de los Balcanes, creada artificialmente por las potencias europeas en 1878, después de la Liberación de Bulgaria de cinco siglos de dominación otomana. En 1885, Rumelia Oriental se uniría al Principado de Bulgaria. Después de la Unificación, Velichkov sería ministro de educación de la Bulgaria unida, y más tarde de obras públicas, carreteras y comunicaciones, y más tarde, hasta de comercio y agricultura. Eminente intelectual, Velichkov toma conciencia de la necesidad de que el joven Estado búlgaro cuente con su Academia de Artes Plásticas. Fruto de su iniciativa es la Escuela Superior del Estado de Pintura, inaugurada en 1886. Sin embargo, decepcionado de los las luchas intestinas en el seno de los diferentes partidos y entre ellos, Velichkov se retira de la vida pública para acometer el duro combate contra dos enemigos fundamentales, la miseria y la enfermedad, como él mismo los designa.
Velichkov nació en la meridional ciudad de Pazardzhik, de la cual sería más tarde ciudadano emérito. Dotado de una inteligencia precoz, el pequeño Konstantin es enviado a estudiar con una beca en Estambul, entonces capital del Imperio Turco. En el célebre liceo Galata Saray, en que estudia, traba amistad con Todor Kableshkov, uno de los futuros dirigentes de la Insurrección de Abril de 1876, cumbre de las luchas independentistas del pueblo búlgaro contra la dominación turca. De vuelta a Pazardzhik, Konstantin se incorpora a los preparativos del levantamiento e incluso encarga a su hermana Teofana a confeccionar la bandera de los insurgentes. Sin embargo, las autoridades otomanas descubren la conspiración y detienen a todos los sospechosos, entre ellos a Konstantin. El joven se salva de la horca gracias a la intervención internacional que obliga al gobierno turco a declarar una amnistía. Velichkov es puesto en libertad. Se va a Estambul donde empieza a trabajar en el Exarcado Búlgaro, que tiene su sede en la capital del Imperio Otomano. Justo entonces, la embajada en Estambul del otro imperio oriental, el ruso, pide al Exarcado búlgaro que presente oficialmente un documento en el que se haga constar cuáles son los límites demográficos de los territorios que habitan los búlgaros en el Imperio Otomano. Uno de los encargados de elaborar un mapa, en base al cual los rusos defienden sus reivindicaciones en cuanto a las fronteras de Bulgaria, en el Tratado de Paz firmado después de la guerra ruso-turca de 1877 y 1878, ganada por Rusia, tratado que sanciona el resurgimiento del Estado búlgaro en el mapa de Europa, después de cinco siglos de dominación turca.
Después de la Liberación, Velichkov estudia Derecho en París y luego Artes Plásticas, en Florencia. Como decíamos, es enorme su aporte a la creación de la Academia de Artes Plásticas en Sofía. Al mismo tiempo, contribuye enormemente a engrosar el fondo de libros de la Biblioteca Nacional, siempre en la flamante capital búlgara, Sofía. A iniciativa suya, es aprobada una ley, en virtud de la cual a la Biblioteca se deben aportar dos ejemplares de todo libro que se edite en Bulgaria. Esta tradición se conserva hasta hoy, siendo evocado el aporte de su promotor.
Konstanin Velichkov ha dejado una copiosa producción literaria, entre poemas, cuentos, novelas cortas, obras dramáticas y artículos de crítica, traducciones al búlgaro de obras clásicas de la literatura mundial, como por ejemplo el Infierno de Dante y el Quijote.

Versión en español de Venceslav Nikólov

По публикацията работи: Mariana Parvanova

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