“Las antigüedades etnográficas, los artefactos y objetos de la vida diaria de los búlgaros en el pasado se comenzaron a reunir ya en el período del Renacimiento Nacional Búlgaro (siglos 18 y 19), comenta para Radio Bulgaria Ana Luleva, directora actual del museo. Se sabe que Rakovski y Karavelov, destacadas figuras del Renacimiento Nacional que participaron y lideraron el movimiento independentista de los búlgaros frente al Imperio Otomano en el siglo 19, fueron fervorosos promotores de la idea de dedicar más atención a nuestra cultura. La razón para ello es que la cultura nacional búlgara presenta claros tintes étnicos y está relacionada con la idea de lograr la independencia y el renacimiento nacionales y la posterior emancipación del joven Estado búlgaro.
Casi 30 años después de la Liberación, en 1906 fue fundado el Museo Nacional de Etnografía. Su primer director, Dimitar Marinov, eminente figura de la historia cultural de Bulgaria, desplegó una enérgica labor para reunir material etnográfico: canciones, descripción de costumbres, creencias, etc. Otra figura importante en el desarrollo de la etnografía en Bulgaria fue el catedrático Iván Shishmanov, quien redactó el primer programa que recogió las tareas de la etnografía nacional.
En su opinión, las piezas antiguas deben ser reunidas y guardadas porque en el umbral del nuevo siglo (hablamos de los primeros años del siglo 20) la etnografía nacional se había visto en riesgo de desaparecer, y los búlgaros, deseosos de conocer sus raíces y sus ancestros, debían conocer bien su cultura material y espiritual.

¿Qué riquezas guarda hoy el Museo de Etnografía?
“Tenemos una amplísima colección de tejidos, alfombras y todo tipo de objetos de la vida diaria de los búlgaros de antaño, más un rico fondo de prendas de vestir, continúa diciendo Ana Luleva. En el Fondo de Vestimenta tenemos más de 24 mil piezas que constituyen casi la mitad de nuestros tesoros. Además, tenemos muchos otros objetos: alhajas, bordados, labores de punto, vasijas utilizadas en la cocina: de cobre, cerámica y madera, herramientas, etc. En su momento se organizaron expediciones que recorrieron el país para adquirir muestras interesantes de este tipo de objetos. Tenemos igualmente muchos objetos facilitados por los búlgaros residentes en territorios que antaño pertenecieron a Bulgaria: Macedonia, la Tracia de Edirne, etc. Tenemos piezas preciosas que esperamos poder exhibir si con ayuda del Ministerio de Cultura conseguimos reconstruir y restaurar nuestras áreas de exposición.
Muchos de estos objetos no han sido exhibidos desde hace años y merece la pena que los vecinos y los visitantes de la capital puedan verlos y apreciarlos, continúa diciendo la directora del Museo de Etnografía. Por otro lado en la actualidad hemos comenzado a reunir una colección de objetos típicos de la época socialista. Nuestra ambición es ir reuniendo objetos de épocas cada vez más cercanas a la contemporaneidad. Así se podrían ver, en una exposición temática, tanto piezas muy antiguas como otras, de tiempos más recientes. Podríamos presentar por ejemplo prendas de vestir del siglo 18 hasta nuestros días, y los visitantes podrían conocer la evolución de la moda en este período”.

Los especialistas del Instituto de Etnografía con Museo han decidido promover una campaña para reunir objetos de la época comunista. Los televisores Opera, tan pretendidos hace unos 50 años, por ejemplo, solemos tirarlos hoy al limpiar el sótano o el desván, y para las próximas generaciones estas piezas no dejarán de ser interesantes.

¿En qué se centran hoy los etnógrafos en su labor investigadora?
“En todo lo que es elemento de la cultura de los búlgaros y de las demás comunidades étnicas y religiosas en territorio de Bulgaria, explica Ana Luleva. Tenemos muchos proyectos de gran alcance. Etnólogos nuestros trabajan en Hungría y Moldavia, donde residen grandes comunidades de búlgaros, así como en España y otros países mediterráneos. Nuestros especialistas conviven con estas comunidades por un tiempo para conocer su vida y la evolución de su identidad nacional”.

Versión en español de Raina Petkova