Festival de la cultura y tradiciones brasileñas

Por tercera vez consecutiva, Varna, capital marítima de Bulgaria, acogió a comienzos de agosto el Festival de la Cultura brasileña. Gracias al apoyo de Su Excelencia Paulo Wolowski, embajador extraordinario y plenipotenciario de Brasil en Bulgaria, y la cooperación del Ayuntamiento de Varna y de la asociación “Varna, capital europea de la cultura” también en este año 2010 los habitantes de esa ciudad y los visitantes de la misma contaron con la oportunidad de asomarse a las costumbres, las tradiciones y la cultura de Brasil.
Vésela Ivanova, de la embajada de Brasil, reconoce que la idea para este festival pertenece íntegramente al embajador brasileño en Bulgaria y que ha sido impulsada por la apertura en 2008 de un Consulado Honorario de Brasil en Varna cuyo cónsul honorario es Mijail Mijov.¿Conocen los búlgaros en forma suficiente a ese lejano país o todo se reduce al fútbol y la música brasileña?

“Desde luego, la música es muy sustancial para la cultura brasileña, conocemos el carnaval de Río de Janeiro, asociamos Brasil con el fútbol pero ese país no es sólo eso. Es que Brasil es un vasto país de desarrollo extraordinario e independiente en cuanto a la energía. Brasil es, además, el tercer país fabricante más importante de aviones en el mundo, muy poca gente conoce este hecho. Y, no en último lugar, los brasileños son personas muy cordiales y agradables. Creo que los búlgaros lo perciben y existe una relación singular entre los dos pueblos”.
Según los artistas brasileños, los dos pueblos se parecen mucho por su idiosincrasia. En Brasil se han vuelto productos predilectos el queso blanco de leche de vaca, el yogurt y, desde luego, la muy popular ensalada de los shopes, propia de la región de la capital Sofía y consistente de pepino, tomate, pimiento, cebolla y perejil picados, aderezados con sal, aceite de girasol y vinagre, y cubiertos de queso blanco en salmuera rallado. La cultura y la cocina brasileñas, a su vez, se han granjeado nuevos admiradores en Bulgaria:

“Desde luego, la caipirinha es un cóctel brasileño muy popular que está presente en todas las actividades, las cuales son abiertas y de entrada libre”, dice Vésela Ivanova. “En lo que respecta a los manjares, este año la cocinera ha procurado presentar recetas de todas las regiones de Brasil. Ella misma es oriunda del sur de ese vasto país. A los búlgaros les han agradado de sobremanera los dulces de yema de huevo. La cocina brasileña es muy variada. Los platos y manjares son ligeros y ecológicamente puros. Los conciertos de música popular los organizamos en el teatro de verano de Varna, al aire libre. Este año actuó como invitada Ligiana Costa con su grupo. Su música es muy similar a la zamba, pero en una variante nueva y moderna. Claudio Kron ha estado presente en todas las tres ediciones del festival. Cada vez él ha organizado una procesión de personas que nada entienden de percusión pero que han tocado juntos, como en todo carnaval auténtico. La pianista Fabiane de Castro presentó obras del mayor compositor brasileño, Heitor Villa-Lobos.
En las primeras dos edición del festival fueron proyectadas películas brasileñas modernas. Este año fue exhibida por primera vez pintura brasileña. “Creo que es muy importante que los búlgaros vean cómo es la pintora brasileña y cuáles son los colores que reflejan nuestra vida. Son mucho más cálidos y vivaces que los propios de la pintura europea”, dice el pintor Adelio Sarro Sobrinho, uno de los pintores más queridos y que más lienzos vende en Brasil y por el mundo. Su exposición carecía de título puesto que constaba de 22 lienzos “diarios”, es decir hechos uno a uno, día a día, según la definición del propio autor, poblados de múltiples retratos y símbolos como la guitarra, la manzana, aves, etc.

“No son personas concretas. Son personajes imaginarios, recuerdos del pasado y vivencias que he tenido en diferentes momentos”, explica Adelio Sarro. “Por ejemplo la guitarra: yo no puedo tocar ese instrumento pero tengo una guitarra y su sonido me encanta. Las aves están presentes porque de niño viví en el campo y los pájaros siempre me parecieron los seres más libres del mundo. La manzana es muy importante porque de pequeño yo no comía la propia fruta sino las cáscaras de ésta que tiraba la gente más rica que mi familia. De manera que lo que ven ustedes en mis lienzos son recuerdos de la infancia recreados artísticamente”.
Adelio Sarra Sobrinho se hizo especialmente popular en su patria al crear lienzos para invidentes.

“Ha sido un verdadero reto para mí ya que he sido el primero en intentar hacer cuadros destinados especialmente a personas con problemas de la vista. Hasta entonces había pintado únicamente para personas que tenían dinero, hermosas casas y sensibilidad por el arte. Luego decidí hacer esculturas y por su medio sacar el arte a la calle para que la gente que no hubiese visitado galerías o museos pudiese entrar en contacto con el arte. Entonces me puse a pensar en otra categoría de personas. Las que aún teniendo el deseo de hacerlo, no pueden ver ninguna obra de arte. Entonces creé mis primeros cuadros de relieve, de textura más densa y claros contornos. Representé los colores con diferente grado de aspereza, y junto a cada cuadro coloqué una leyenda escrita en alfabeto Braille, explicando qué textura qué color representaba”.

Versión en español de Mijail Mijailov y Raina Petkova

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