San Eutimio, Patriarca de Tarnovo

Publicado el 20/01/11 12:05

“La última bendición”, fresco del atrio del templo “El Nacimiento de la Virgen” de Veliko Tarnovo.

Foto: Archivo

El 20 de enero la Iglesia Ortodoxa Búlgara venera la memora del patriarca Eutimio de Tarnovo. En la historia del Estado Búlgaro y de la fe ortodoxa búlgara el patriarca Eutimio es una personalidad excepcional que marcó con su preclaro ejemplo la vida espiritual de los búlgaros en la Edad Media.

Nació en 1327 en Tarnovo, capital medieval búlgara. El entorno familiar y la buena formación que recibió ayudaron a Eutimio a desarrollar sus dones espirituales. De joven eligió pasar su vida como monje y se retiró en el Monasterio de Kilifarevo cuyo prior era el reverendo Teodosio de Tarnovo. Por las altas cualidades espirituales que mostraba Eutimio, Teodosio le confió el puesto de ecónomo del monasterio y lo hizo su primer ayudante. En 1363 Eutimio lo acompañó en su viaje a Constantinopla. Poco después Teodosio murió y Eutimio se trasladó en uno de los monasterios del Sacro Monte Athos. Hacia el año 1371 Eutimio regresó a Bulgaria y fundó el monasterio Santa Trinidad donde creó la Escuela de Letras de la ciudad de Tarnovo.

Como buen conocedor de la lengua helena y de la literatura eclesiástica griega Eutimio hizo considerables cambios en los libros litúrgicos búlgaros cuyas traducciones eran de mala calidad y propiciaban el desarrollo de sectas y herejías en Bulgaria. Estos nuevos libros traducidos se convirtieron en ejemplo para todos los países ortodoxos que utilizaban el idioma eslavo eclesiástico.

En 1375 murió el patriarca búlgaro Yoanikiy II, heredó su puesto Eutimio. Gracias a su extensa actividad literaria fueron elevados a un nivel muy alto la autoridad de la iglesia ortodoxa y del clero.

“El patriarca Eutimio era respetado no sólo por los sacerdotes búlgaros, sino por la aristocracia letrada y los soberanos de aquel entonces, señala el padre Boyan Saraev, del tempo Asunción de la Virgen María en la ciudad de Kardzhali.

“Lamentablemente llegaron los horrorosos días del dominio otomano, cuenta el padre. El sultán Bayazid I reunió una tropa multitudinaria ante las puertas de la fortaleza de Tsarevetz y sometió la capital Tarnovo a un asedio muy prolongado durante el cual el patriarca Eutimio se mostró como un verdadero defensor de la ciudad. Sin embargo, los conquistadores eran muy numerosos y Tarnovo se rindió. Las iglesias ortodoxas fueron convertidas en mezquitas, el patriarca Eutimio fue condenado a muerte. Cuando el verdugo iba a decapitar al patriarca, su mano se petrificó y la espada cayó en el suelo. Entonces el patriarca fue exiliado. Cuando se despedía del pueblo éste le preguntó: “¿A quién nos dejas, padre?” Él les respondió: “A la Santísima Trinidad, ahora y para siempre”.

Se supone que el patriarca Eutimio murió alrededor de 1404. Entonces el patriarcado de Tarnovo dejó de existir y la Iglesia Ortodoxa Búlgara perdió su autonomía. El patriarca Eutimio fue canonizado de santo.

“Lamentablemente no sabemos dónde fue enterrado, cuenta el padre Saraev. Lo que sí importa es la inmortalidad espiritual. El patriarca Eutimio es una personalidad insigne. Se convirtió en bandera del espíritu nacional de los búlgaros por sus innumerables cualidades intelectuales y espirituales. En aquella época Bulgaria logró un verdadero apogeo de en el ámbito espiritual y literario. El patriarca Eutinio implementó por primera vez reglas ortográficas. Hoy en día el legado del patriarca Eutimio es un ejemplo a seguir por todos los sacerdotes no obstante su rango porque sus cualidades espirituales eran excepcionales”.

Versión al español de Hristina Taseva

По публикацията работи: Darina Grigorova

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