Representantes de todas las especies de animales habitan los cuentos folklóricos de todo el mundo. Osos, ciervos, erizos, aves y reptiles “educaban” a niños y mayores mucho antes de convertirse en los tan queridos protagonistas de los dibujos animados. Hoy les hablaremos sobre las cualidades y las capacidades de algunos de los animales según los cuentos tradicionales y las creencias búlgaras.

“El sol brilla y cae lluvia: es que el oso se está casando”, corean los niños incluso hasta hoy en día cuando el tiempo es lluvioso y soleado a la vez. Según las creencias tradicionales de Bulgaria, el oso protege de enfermedades. Por esto es uno de los animales preferidos, símbolo de la fertilidad y los cuidados maternos. Una leyenda cuenta que el oso proviene de una chica cuya madre había fallecido. Su padre se casó en segundas nupcias, pero la madrastra resultó ser una mujer mala y cruel. Todos los días mandaba a la niña al río con un saco lleno de lana negra y le decía que la lavara hasta que se volviera blanca. La niña trabajaba desde la mañana hasta la noche pero nunca conseguía blanquear la lana. Lа chica dirigió súplicas a Dios una y otra vez y, al final, él respondió. Le dijo que se pusiera la lana sobre la espalda y la convirtió en oso. “Esta es la razón por la que el oso anda a dos patas y a menudo ayuda a la gente que se haya perdido en el bosque,” dice el final de cuento.

Si se quema pelo de oso y con él se ahúma o inciensa a una persona que ha enfermado como resultado de un susto fuerte, esa persona se curará sin falta. Hace tiempo la gente creía que era sano que te pisase un oso. Por esto los enfermos buscaban a osos para que los sobresaltaran, o incluso para que les pisasen la espalda. Por sus cualidades curativas y protectoras el oso no es objeto de batida durante la caza, a excepción de los osos carnívoros que atacan a animales e incluso a personas. El oso es protagonista de muchos cuentos. El vocablo búlgaro por oso es del género femenino y nuestro pueblo llama cariñosamente a este animal “La abuela osa”. En algunos cuentos la osa se casa con un joven y los dos se van a vivir en el bosque. En otros, hombres concluyen apuestas con osos.

El zorro, llamado en los cuentos búlgaros “la tía zorra” , es símbolo de ingeniosidad y fraude. “Astuto como un zorro”, según el entender de nuestro pueblo, significa más bien una persona astuta de la que no debes confiar. En los cuentos folclóricos el zorro engaña a todos los animales del bosque, simula estar muerto para robar, y con astucia consigue vencer incluso al hombre. A pesar de su fama de un animal vengativo y astuto, el zorro puede traer buena suerte. Según la creencia tradicional, si un zorro se te cruza en el camino, vas a tener éxito en el trabajo que pretendes hacer. Sobre todo si uno va al tribunal como acusado. Si tiene la suerte de encontrar a un zorro por el camino, será absuelto según la creencia tradicional.

Entre los cuentos folclóricos hay también historias graciosas. Graciosas porque “la tía zorra” es engañada por algún animal diminuto y así es castigada por sus fechorías.

Uno de los animales más bonitos en las montañas búlgaras es el ciervo. En Bulgaria el ciervo habita las regiones montañosas altas y de difícil acceso. Antaño el ciervo era objeto de especial respeto. Se creía que era intermediario entre el mundo real y el más allá. Las leyendas cuentan que el ciervo es amigo de las criaturas míticas del bosque.

Con frecuencia el ciervo actúa como intermediario de Dios. Si el Todopoderoso tiene algo que decirle a la gente, manda a un ángel o a un santo transformado en ciervo. Pero ese ciervo no es ordinario, sino cubierto de símbolos divinos. El ciervo enviado por Dios tiene un sol en la frente, una luna en el pecho y los cuernos cubiertos de oro de ley. Este animal era objeto de especial respeto y para los campesinos era intocable. Únicamente los nobles podían batir ciervos durante la caza.

Muchos cuentos hacen referencia a una extraña convivencia. Cuando en primavera salían a los montes para pastorear a sus rebaños, los pastores con frecuencia encontraban allí manadas de ciervos. Sin ningún miedo, los bellos animales salvajes se acercaban a la sal que los pastores habían dejado para las ovejas. Los perros pastores no intentaban ahuyentarlos. A veces los venados se mezclaban con las ovejas y pastaban juntos. Antaño creían que la aparición de un ciervo protege a las personas y a los animales ante los malos espíritus. “El ciervo va sólo al redil cuyos dueños son personas buenas que no roban”, decía la gente mayor.

Los cuernos del venado tienen poderes mágicos según las creencias del pueblo búlgaro. En la casa donde hay cuernos de siervo no entran las fuerzas del mal. Una partícula de cuerno puesta en agua, tiene poderes curativos. Los investigadores han descrito también la práctica de elaborar cruces de cuerno de venado. De esta manera al poder del símbolo cristiano la gente añadía su fe en el poder mágico de los cuernos de ciervo. Estas cruces protegían de enfermedades y todo tipo de males.

Versión en español de Ruslana Valtcheva