La unificación del norte y el sur de Bulgaria, un episodio estelar en la historia nacional

El 6 de septiembre se cumplen 126 años de la unificación del norte y el sur de Bulgaria, que fue posible 7 años después de la liberación del país de la dominación otomana como resultado de la Guerra Ruso-Turca de 1877 y 1878. Según el Tratado de San Stefano, por el que se puso fin a la guerra, en el reaparecido Estado búlgaro fueron incluidas tierras pobladas preponderantemente por búlgaros. Algunos meses más tarde, en el verano de 1878, el Congreso de Berlín, celebrado por las grandes potencias de la época, fragmentaron estas tierras, y la unificación del país se convirtió en una causa nacional de toda la sociedad búlgara. El primer paso en este sentido fue la unificación del Principado de Bulgaria (el territorio al norte de la cordillera de los Balcanes y la región de Sofía) con Rumelia Oriental (una región autónoma en el marco del Imperio Otomano al sur de la Cordillera Balcánica). El 10 de febrero de 1885, por iniciativa de Zahari Stoyanov, destacado revolucionario, político y escritor, en la ciudad de Plovdiv, cabecera de Rumelia Oriental, fue fundado un Comité Revolucionario Central Secreto que se dio a la tarea de pugnar por la unificación del país.

Parte de la muestra dedicada a la Unificación de Bulgaria que se puede ver en el Museo Nacional de Historia Militar de Sofía.

“En la preparación del derrocamiento del gobierno del Sultán en Rumelia Oriental tomaron parte oficiales de las tropas locales y del Principado de Bulgaria, como también varias asociaciones patrióticas como, por ejemplo, las Sociedades de Gimnasia y Tiro, los Comités “Unidad”, agrupaciones de patriotas insurrectos que habían tomado parte en la Guerra Ruso-Turca como voluntarios de la parte de las tropas rusas, etc., explica Nikolai Ivanov, colaborador científico del Museo Nacional de Historia Militar. Alejandro I de Battemberg, que había sido designado Príncipe de Bulgaria y que en el mes de agosto se encontraba presenciando unos ejercicios militares cerca de Shumen, en el noreste de Bulgaria, fue informado por Dimitar Rizov, miembro del Comité Revolucionario Secreto, y por el mayor Sava Mutkurov, comandante de un batallón de las Milicias de Rumelia Oriental, sobre los preparativos de la acción unificadora. El príncipe había sido advertido por las grandes potencias de que estaban en contra de la modificación del estatus quo del sureste europeo y por eso decidió que Bulgaria debía tomar la iniciativa por sí sola para lograr su unificación. Los acontecimientos se desenvolvieron con rapidez, continúa diciendo el historiador. El 2 de septiembre de 1885 en la localidad de Panaguiuriste hubo mítines y acciones de descontento. Fue decidido no esperar y proclamar la unificación del país en la noche del 5 al 6 de septiembre. Por la noche había que tomar el konak, es decir la sede de la autoridad otomana en Plovdiv, donde se encontraba el gobernador de la región, Gavril Krastevic. Hacia las 4 de la madrugada el ejército de Rumelia Oriental al frente con el mayor Danail Nikolaev, conjuntamente con las formaciones de los insurrectos, tomaron el konak y arrestaron a Krastevic, proclamando la unificación del principado de Bulgaria con Rumelia Oriental bajo el cetro del príncipe Alejandro I”.

Objetos que pertenecieron a Alejandro I de Battemberg.

Proclamada la unificación del norte y el sur de Bulgaria, el Comité Revolucionario Central Secreto fue disuelto para demostrar al mundo que en Bulgaria no había cuajado una revolución que amenazase el equilibrio en los Balcanes, continúa diciendo Nikolai Ivanov del Museo Nacional de Historia Militar. Fue formado un gobierno provisional presidido por Georgy Stranski. El 8 de septiembre en Tárnovo, capital medieval de Bulgaria en el centro del país, el príncipe Alejandro I reconoció por manifiesto la Unificación de Bulgaria, y el 9 de septiembre la población de Plovdiv le recibía con gran solemnidad.
Las grandes potencias, a excepción de Inglaterra, no reconocieron la unificación. Apoyada por Austria-Hungría, Serbia concentró tropas a lo largo de su frontera con Bulgaria so pretexto de que el equilibrio en la región se había visto violado.
Mientras, ante los recelos de una invasión osmanlí, las tropas búlgaras fueron concentradas a lo largo de la frontera con Turquía. Para evitar la escalada de la tensión, el 24 de octubre en Estambul comenzó una conferencia internacional. No obstante, sin esperar sus resoluciones, el 2 de noviembre Serbia atacó a Bulgaria.

El sable del mayor Danail Nikolaev, una de las figuras clave de la Unificación y de la Guerra Serbo-Búlgara.

“En pocos días, causando la admiración de los corresponsales de guerra extranjeros, Bulgaria logró dislocar sus tropas de la frontera búlgaro-turca y trasladarlas a Slivnitsa, en Bulgaria Occidental, donde fue decidido el desenlace de la guerra, explica el historiador. Bulgaria experimentó un auge patriótico sin parangón. Miles de búlgaros se alistaron en batallones de voluntarios. Centenares de jóvenes que se encontraban estudiando en Austria-Hungría, Rusia, Alemania y Francia volvieron a la patria para defender la unificación del país. Los alumnos de las escuelas de las ciudades de Gabrovo, Plovdiv y Tárnovo formaron una legión escolar, de un millar de personas, y también tomaron parte en la defensa de la unificación. En los combates en la localidad de Slivnitsa, el Ejército Serbio fue repelido. El 19 de noviembre fue tomada Dragoman y el 15, Pirot. Amenazada por una derrota total, el 9 de diciembre, Serbia firmó el armisticio y se procedió a negociaciones de paz en Bucarest. Bulgaria renunció a sus pretensiones de percibir reparaciones y fue firmado un Tratado de Paz con un único artículo que rezaba “La paz entre Bulgaria y Serbia queda restablecida”. De tal modo, el pueblo búlgaro puso de manifiesto ante el mundo la justa causa por la que estaba luchando y logró defender la unificación de su Estado”.

Uniformes, armas y distinciones de participantes en la Guerra Serbo-Búlgara.

El reconocimiento internacional de Bulgaria se produjo con la firma del llamado Acto de Tophane, el 24 de marzo de 1886. En abril a Alejandro I, príncipe de Bulgaria, le fue entregado un escrito por el que le era confiado el gobierno de Bulgaria del Sur, y el 2 de junio se inició la legislatura de la Cuarta Asamblea Nacional Ordinaria del Principado de Bulgaria en la que tomaron parte también diputados de Bulgaria del sur. El Museo Nacional de Historia Militar posee múltiples objetos relacionados con la unificación de Bulgaria y la Guerra Serbo-Búlgara de 1885-1886. En su exposición permanente se pueden ver banderas de destacamentos de insurrectos, armas, uniformes, fotos de aquella época.

Diploma especial del emperador ruso que le fue otorgado a Raicho Nikolov en 1860. Durante la Guerra de Crimea, siendo aún niño, él pasó a nado el Danubio para informar a las tropas rusas de los planes de ataque del ejército osmanlí. Durante la Unificación fue comandante de la c. de Plovdiv.

“Hay muchos objetos personales (más de 450) del Príncipe Alejandro I de Bulgaria, que fueron donados por su esposa en 1937. Se pueden ver también el uniforme y el sable de Danail Nikolaev quien fue ministro de guerra de Bulgaria y es el primer general búlgaro, objetos que pertenecieron a las figuras más insignes de la unificación del país, etc.
La unificación de Bulgaria fue un acto llevado a cabo de modo brillante, y es considerada un momento estelar en la historia reciente de este país. Agrupó y encarnó los esfuerzos y la voluntad de revolucionarios, militares, diplomáticos; del Príncipe de Bulgaria y de los búlgaros llanos. Después de la unificación del norte y el sur del país Bulgaria amplió considerablemente su territorio y se convirtió en uno de los estados más grandes en los Balcanes. Ante la nación búlgara se abrieron nuevas posibilidades de progreso económico y modernización global de la economía y la sociedad búlgaras.

Versión en español por Raina Petkova

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