Sofía guarda memoria de los libertadores rusos

El 3 de marzo se cumplen 134 años de la Liberación de Bulgaria de la dominación otomana. La liberación fue posible después de la Guerra Ruso-Turca de 1887-78. A su término en el país se construyeron una serie de monumentos al heroísmo y al sacrificio de los militares que perdieron la su vida en esta lid.

En honor a la Liberación en Sofía fue erigido el templo catedral de San Alejandro Nevski. Es emblemático para la capital búlgara también el monumento al Tsar Libertador, Alejandro II de Rusia, situado en el corazón mismo de la capital. Estos monumentos ya han sido presentados en algún momento en nuestros programas. Hoy con la ayuda de Katelina Saltirova-Pavlova, experta de la Sociedad Municipal “Antigua Sofía” les hablaremos de otros cuatro signos monumentales. Uno de ellos es el Monumento Ruso construido con recursos del pueblo ruso en 1882.

“Fue erigido en un lugar que estaba situado fuera de la ciudad. Al norte estaban los cementerios búlgaro y judío, al sudeste quedaban las huertas de los vecinos de Sofía. El monumento está en el camino por el que el líder otomano retiró su ejército de la ciudad, huyendo del ejército ruso que entraba en la ciudad por su otro extremo. Se considera que fue construido siguiendo los planes de alguno de los dos arquitectos Vokar de Estambul o Vladimir Shevrud de Rusia, que tenían la tarea de diseñar proyectos de monumentos de agradecimiento a erguir en tierras búlgaras en las regiones de Pleven, Shipka, Arabakonak y en todos los lugares donde habían caído en combate soldados y oficiales rusos. Se conoce a cuál de los dos pertenece el proyecto. El monumento fue santificado el 29 de junio 1882 e inaugurado por el príncipe Alejandro de Battenberg”.

El monumento tiene la forma de obelisco en un pequeño parque en una encrucijada. El bulevar que conducía al monumento en aquel entonces era el sitio que los capitalinos utilizaban para pasear. Más tarde, después de la construcción del monumento al Tsar Libertador, Alejandro II en el centro de la ciudad, y tras la construcción del bulevar Tzar Libertador, Lis capitalinos comenzaron a dar sus habituales paseos por la nueva avenida.
Otro monumento dedicado a la Liberación de Bulgaria, conocido como el Monumento a los Doctores, da el nombre al parque en el que está situado, llamado el Jardín de los Doctores. Se encuentra detrás de la Biblioteca Nacional “Santos Cirilo y Metodio”.

“El monumento inmortaliza el agradecimiento por la hazaña de los médicos militares y los sanitarios que perdieron la vida en la guerra Ruso-Turca de 1878 y 1878, que los búlgaros llamamos la Guerra de Liberación. Sus nombres están escritos con letras negras sobre los grandes bloques de piedra arenisca de que está construido el monumento. Allí podemos leer, junto a los nombres rusos, nombres polacos, de sanitarios en el ejército ruso. En la parte occidental del monumento están grabados los nombres de los que perdieron la vida en Pleven, la ciudad norteña en cuyas inmediaciones fueron libradas unas de las batallas más encarnecidas. En la parte este del monumento están los nombres de los médicos que perdieron la vida en Plovdiv, en la parte norte los de posmuertos en Shipka, y en la parte sur, los de los médicos que se inmolaron en el pueblo de Mechka, próximo a Pleven. Son en total 528 nombres. El bello y representativo monumento fue acabado en 1883 y el proyecto es del arquitecto checo Tomasek”.

Cerca de la Carretera de Tsarigrad, que conduce a la segunda mayor ciudad de Bulgaria, Plovdiv, ante el edificio de la Agencia de Noticias Búlgara, está situado el Monumento a los Soldados de la Guardia.

“La piedra principal fue colocada en los cimientos en 1884 y el monumento fue inaugurado en 1885. Está dedicado a los héroes muertos de la Tercera División de la Guardia. En él están grabados los nombres del Teniente General Vasilii Katalei y del General de División Dmitrii Filosofov. Durante los bombardeos de Sofía en enero de 1944 el monumento fue demolido. Después de la Segunda Guerra Mundial fue reconstruido. Su última restauración se ha hecho con motivo de 130 aniversario de la liberación de Sofía y de su proclamación capital de Bulgaria”.

Después de la victoria sobre las tropas otomanas en Pelven, el ejército ruso bajo la dirección del general Gurko se dirigió a Sofía. En aquel entonces en esta ciudad se encontraban almacenadas armas, municiones y víveres, destinados al ejército turco. Con tal de no permitir que los rusos y los búlgaros utilizasen las reservas, los turcos decidieron prender fuego a Sofía. Gracias a los cónsules de los países occidentales, Lege y Positano, la ciudad fue salvada del fuego. Después del estrés vivido, los vecinos de Sofía decidieron erigirles un monumento en las Alturas de Lozen. Su forma es la razón por la que se llama la Cruz.

El Monumento de la Cruz

“Una de las primeras descripciones de estos monumentos la hizo el historiados checo Kontantin Irechek (1854-1918). Él cuenta que quienes deseaban participar en la fiesta del Día del Salvador que se organizaba al pie del monumento, llegaban la noche anterior en carros, prendían grandes fogatas en el prado contiguo y pasaban ahí la noche entera. Al día siguiente se organizaban procesiones y misas ortodoxas”.

Este mes de marzo el monumento de La Cruz será restaurado y, luego, trasladado al templo de San Menas, situado cerca del sitio en que originariamente estaba situado el monumento.

Versión en español por Ruslana Váltcheva
Fotos: Miglena Ivanova

Compartir

Sofía guarda memoria de los libertadores rusos

Más de la sección

El monasterio de Palígodén preserva el legado de San Pablo Apóstol

Vasijas con bellos grabados e ídolos de fina elaboración: el túmulo Kozareva Mogila revela sus secretos

La grandeza de la Unificación y las consecuencias del síndrome de la Unificación