Los armenios en Bulgaria

Publicado el 11/05/12 11:08

Foto: Archivo

La comunidad armenia en Bulgaria es una de las pocas comunidades étnicas en este país que sin embargo tiene una presencia relevante en la vida de este país. Seguramente no son muchos los búlgaros que conocen la historia de los armenios pero cuando un búlgaro se asoma a la historia de ese pueblo llega a tener la sensación de estar releyendo la historia de su propio pueblo. El Estado armenio tuvo sus orígenes en los siglos V a VI antes de Cristo. En los siglos posteriores los armenios tuvieron que ir defendiendo su independencia y su derecho a tener nombre y cultura propios. En las altas mesetas alrededor del bíblico Monte Ararat, en los valles de los ríos de que se nutren Tigris y Éufrates, el reino armenio ora se iba expandiendo ora se iba reduciendo ora incluso dejaba de existir. Los imperios que tenía que afrontar- el bizantino y el otomano- son familiares para los búlgaros también. En los dos últimos siglos para ambos pueblos ha desempeñado un papel importante Rusia.

Los territorios de los dos pueblos se encuentran a una distancia relativamente grande uno del otro pero, en cierto sentido, se trata de casi unos vecinos de la época en que los eslavos y los protobúlgaros fueron poblando la Península Balcánica. Eso fue causado por la costumbre existente en el imperio bizantino de trasladar a personas de su frontera oriental a la occidental y viceversa y también por haber ocupado numerosos armenios puestos encumbrados en el imperio llegando incluso al trono de emperador. Hay rastros de estos contactos en un tetraevangelio armenio del año 966, descubierto en el monasterio búlgaro de Báchkovo, en el sur del país. El documento está siendo considerado uno de los más antiguos manuscritos armenios conservados y actualmente está guardado en la Biblioteca nacional San Cirilo y San Metodio, de Sofía.

En la historia y la cultura de los armenios hay también otras particularidades que los emparientan con los búlgaros. Los armenios se sienten orgullosos del hecho de haber sido su Estado el primero en adoptar el cristianismo como religión oficial en el año 301. La relación de la iglesia con el Estado la separa de la iglesia del Imperio Romano. Aquella independencia de la iglesia Armenia se fue consolidando tras rechazar las decisiones del Concilio de Calcedonia, de 451.La adopción del cristianismo se relaciona con la creación de la escritura y literatura en lengua Armenia. Otro tanto se había producido en Bulgaria ya que la conversión al cristianismo de este país se vio secundada y reforzada por la escritura eslava y por los libros litúrgicos traducidos al idioma hablado por el pueblo.

Independiente tanto de Constantinopla como de Roma, la iglesia Armenia es, sin duda, uno de los factores que apuntalan la identidad de los armenios y los transforman en uno de los pueblos cuya diáspora supera varias veces por su número el de los habitantes en su Estado nacional. No se dispone de datos fiables sobre una diáspora Armenia en las tierras de Bulgaria antes de la invasión otomana. El templo armenio más antiguo conservado en Bulgaria se encuentra en Silistra, en el noreste del país. Según una inscripción descubierta en obras de reparación el templo fue construido en el año 1620, o 1069 según el calendario armenio. Se guardan en el templo valiosos objetivos antiguos y numerosos libros, entre ellos una Biblia del año 1686.Se remontan a finales del siglo XVII las lápidas sepulcrales armenias más antiguas en Bulgaria. En el período del dominio otomano comunidades armenias existieron básicamente en villas importantes como Plovdiv, Ruse, Varna, Silistra, Shumen.

En realidad, los armenios búlgaros no representan uno de los grupos más nutridos de la diáspora. Su número se disparó en el período trágico de las represalias a que fueron sometidos los armenios en el imperio otomano. Esas persecuciones se iniciaron en los años 90 del siglo XIX y duraron hasta el término de la guerra greco-turca en 1922.Se estima que en Bulgaria encontraron refugio y asilo unos 25 mil armenios.
Aquel número superaba más de dos veces el de los armenios residentes en Bulgaria, y el grueso de ellos habían perdido a sus familiares. Se necesitaron esfuerzos ingentes tanto para su asentamiento y alojamiento como para su inserción en la sociedad. Se crearon escuelas armenias en 13 ciudades búlgaras. En Sofía funcionaban dos y había otras tantas en Plovdiv.

Los estudios de la cultura diaria y el folclore de los armenios en Bulgaria ponen de manifiesto que en el siglo XX la comunidad Armenia en Bulgaria se volvió a estructurar y se fueron superando las distinciones entre los inmigrantes armenios antiguos y nuevos. Tras los dos éxodos a la Armenia de los Soviets, en los años 30 del siglo XX y después de la II Guerra Mundial, y otro más a los EEUU, en el año 1968, hoy la comunidad Armenia en Bulgaria la integran no más de 7 mil personas. En contrapartida hay que decir que los armenios en este país descuella por su elevado nivel de estudios y por su destacada presencia en la vida pública y cultural de la nación. Son muy populares y familiares en Bulgaria los nombres de los escritores Sevda Sevan y Agop Melkonian, del periodista Kevork Kevorkian, de los compositores Willy Kazasian y Jaigashod Agasian, del director de teatro Krikor Azarian, la cantante Stefka Onikian, el pintor Edmond Demirdzhian, los deportistas Nurair Nurikian y Yulia Berberian.

La confianza y simpatía mutuas entre búlgaros y armenios se ha traducido también en la multitud de anécdotas que narramos los búlgaros y que tienen a armenios por protagonistas ya que sólo los verdaderos amigos pueden gastar bromas entre sí.

Versión en español por Mijaíl Mijailov

По публикацията работи: Bozhidar Alexiev

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