El Túmulo de Kazanlak: uno de los Cien Sitios de Interés Turístico Nacional

La ciudad de Kazanlak es famosa como la ciudad de las rosas. Desde hace más de 300 años ahí se cultiva la aromática rosa oleaginosa que ha traído fama mundial a los productores locales de aceite de rosas. Situada en el bello Valle de las Rosas, al pie de la Cordillera Balcánica, cerca del centro geográfico de Bulgaria, la ciudad de Kazanlak es un sitio favorito para los turistas nacionales y extranjeros. La zona alrededor de la ciudad es llamada tambien el Valle de los Reyes Tracios y es rica en hallazgos arqueológicos únicos. Los estudios búlgaros han encontrado ahí un gran número de artefactos que han trazado el cuadro de la nutrida historia de esas tierras.
Uno de los monumentos más importantes es el Túmulo Tracio de Kazanlak, incluido en la lista de los Cien Sitios de Interés Turístico Nacional. Se supone que es el sepulcro de Roigos, el hijo del rey tracio Seutes III. El monumento está datado a finales del siglo IV y principios del siglo III a.C., la época en la que Seutes III gobernaba a los odrisos. Hoy en día los vestigios de su antigua capital están bajo las aguas del embalse “Koprinka”, cerca de la actual ciudad de Kazanlak. El historiador Iván Ivanov, que es también guía turístico de dilatada experiencia, conoce en detalles el Túmulo de Kazanlak y nos cuenta sobre el impacto extraordinario que tuvo éste sobre los representantes de la UNESCO que lo visitaron por primera vez en 1966. En 1979 el túmulo tracio fue incluido en la lista de monumentos protegidos de esta organización mundial.

© Foto: bg.wikipedia.org
El Túmulo Tracio de Kazanlak fue descubierto por casualidad en 1944 por unos soldados que estaban excavando trincheras para la defensa antiaérea”, cuenta Iván Ivanov. “Lamentablemente, el túmulo había sido saqueado ya en la antigüedad. Fueron descubiertos restos de un esqueleto humano, un esqueleto de caballo, un ánfora y piezas de cerámica. Sin embargo, esto no es lo más importante. El gran valor del túmulo de Kazanlak son sus frescos. Es el único túmulo con frescos tan bien conservados. Está compuesto por tres recintos: una entrada, un pasillo y una cámara funeraria. La entrada está construida de enormes bloques pétreos labrados, pero no está bien conservada. En su parte inferior hay un zócalo con elementos florales y en la parte superior de la bóveda están representadas escenas de batalla. A un lado están los militares tracios, y al otro sus adversarios. Los distinguimos por su vestimenta y sus armas. El pasillo y la cámara funeraria están mejor conservados. La parte más valiosa del túmulo es precisamente la cámara con el fresco que adorna su bóveda. Representa la escena de un almuerzo de despedida del cacique tracio de su esposa.

Iván Ivanov describe así al líder tracio. Tiene la mano izquierda tendida hacia su esposa, que está sentada en un trono muy bello. Viste una túnica, con una diadema que sostiene su maravilloso cabello. Según el historiador, los ojos soñadores de la joven expresan una profunda tristeza por la pérdida del esposo. Las figuras hacen alusión también a su negativa a despedirse de su propia vida, ya que según las tradiciones tracias, ella debía ser enterrada junto con su esposo.

El historiador Iván Ivanov continúa la descripción del fresco en el túmulo tracio de Kazanlak: Al lado de la esposa del rey tracio están representadas tambien otras dos mujeres jóvenes. Una de ellas sostiene en sus manos una caja, probablemente llena de joyas, y la otra sostiene un chal azul. Detrás de ella se ve otra escena muy impactante que representa a un cochero joven que está reteniendo con fuerza a un grupo de cuatro caballos en movimiento. Ninguna de las imágenes en esta escena es fortuita, dice el Sr. Ivanov. Las mujeres que tocan la flauta confirman que los tracios adoraban la música, que les acompañaba durante toda la vida. Por su parte los hombres que ofrecen vino son prueba de que los tracios eran famosos productores de vino en la Península Balcánica. Las escenas de batalla en el pasillo demuestran que eran personas orgullosas que valoraban altamente su libertad. Debido al carácter único del túmulo y para conservar los frescos para las generaciones futuras, en sus recintos se mantienen una temperatura y un grado de humedad determinados. Es la razón por la que el túmulo se abre para visitas sólo con el permiso del Ministerio de Cultura. En 1984, muy cerca del túmulo original, fue construida una réplica de éste que está abierta a visitantes durante todo el año.

El historiador tambien hace recordar que precisamente en la zona de Kazanlak el arqueólogo Georgi Kitanov descubrió la máscara de oro de ley, de 23 quilates, de un rey tracio. Esa máscara es tan sólo uno de los muchos artefactos de la época de los tracios descubiertos en esa región.

Versión en español por Ruslana Váltcheva

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