¿Cuánta fuerza le reclamará a uno ir abriéndose camino a través del sistema serrano de los Alpes y el Himalaya? Una parte de este espinazo que se extiende por casi todo el continente europeo es la cordillera de Los Balcanes. Cruza por su porción occidental el Iskar, un río sumamente vital, flexible y milenario. Pocas personas saben, pero los geógrafos sí lo conocen a ciencia cierta, que el río existió incluso antes de aparecer la Cordillera de los Balcanes. Incluso cuando la sierra de los Balcanes fue elevándose con lentitud tras la fuerte presión tectónica de las entrañas de la Tierra el río sobrevivía y se fue abriendo camino tenazmente entre rocas de granito, de cuarzo, calizas y areniscas formando el pintoresco desfiladero del Iskar.
© Foto: wikipedia.org
El desfiladero ostenta fundadamente el nombre del río aunque éste se origina en otra montaña, Rila. Justamente allá se originan tres torrentes-las del Iskar Banco, Izquierdo y Negro-cuyas aguas se juntan en el río búlgaro más largo, el Estar, de 368 kilómetros de largo. Es el único río que cruza la cordillera de los Balcanes y desemboca en el Danubio en proximidad al pueblo de Guiguen.
© Foto: BGNES
Del abrazo del río con la cordillera surgieron formaciones maravillosas: las rocas del pueblo de Lakatnik y las cuevas , una de las cuales es la llamada “El agujero negro”. Las pintorescas rocas de Lakatnik resultan siempre un obsequio inesperado para quienes viajen en tren o en coche por el desfiladero. La vía férrea y la carretera borden el curso del río y los pasajeros contemplan embelesados esta armonía entre el agua y la tierra firme. De pronto el río cambia su dirección formando un recodo. A uno le resulta difícil contener su exclamación ante un paisaje surgido repentinamente. Se trata de las rocas de Lakatnik que se elevan a una altura de casi 250 metros sobre las orillas del río. Tienen las formas de pirámides, torres, cuevas y son zona favorita para los entrenamientos de escaladores y espeleólogos.
© Foto: imagesfrombulgaria.com
Si uno hace una parada en Svogue centro municipal, situado a apenas una treintena de kilómetros de Sofía y a unos 20 de las rocas de Lakatnik, aprenderá cosas curiosas. Respecto a la zona próxima a esa ciudad, llamada Los Latinos existe la creencia de que tiene su nombre desde la época de Las Cruzadas. Las mozas de la comarca, descendientes de una tribu tracia eran tan hermosas que raptaron los corazones de los caballeros latinos quienes se quedaron allá y crearon sus familias.
© Foto: imagesfrombulgaria.com
La zona es pródiga en numerosos hallazgos históricos y arqueológicos pero se enorgullece con razón del hallazgo de la moneda única descubierta en Bulgaria del antiguo rey fluvial Istrum, que dio uno de los nombres que antaño tuvo el río Danubio.
Para desembocar en el “apacible y blanco Danubio”, como lo llama el destacado escritor y poeta búlgaro Iván Vazov, el Iskar deberá recorrer otro trecho en su camino al norte.
© Foto: BGNES
En la zona de Rashov Dol, o sea, el barranco de Rasho, en la primavera de 1876 murieron en combate 10 insurgentes del destacamento de rebeldes de Hristo Botev durante el Alzamiento de Abril de 1876 contra el dominio otomano sobre las tierras búlgaras. Soñó con una Bulgaria libre y desarrollada el Abuelo Yotso, protagonista de un cuento de Vazov. El escritor recrea la emoción que embarga a ese anciano ciego que ansía la construcción de un ferrocarril en el desfiladero esperando una vida mejor para los vecinos de la serranía. Iván Vazov escribió ese cuento en 1901 y 104 años después en las rocas en las afueras del pueblo de Ochindol se yergue un monumento al protagonista de ese famoso cuento. Quienes viajan en tren por el desfiladero recuerdan la frase del abuelo Yotso quien en el cuento, en respuesta a la pregunta de “¿Qué estás viendo, abuelito? Responde “veo el futuro de Bulgaria”.
© Foto: wikipedia.org
En la zona del desfiladero del río Iskar también puede hacer uno descubrimientos estremecedores. Podrá conocer testimonios escritos del Segundo Reino Búlgaro, siglos 12 a 14, y de la época del zar Iván Shishman, de la estancia en el monasterio de Cherepish del conocido dignatario eclesiástico Sofronii de Vratsa, de la visita a ese convento del escritor Iván Vazov o de la de otro artífice de las letras nacionales, Aleko Constantinov, quien, dicen, escribió después de aquella visita sus apuntes de viaje “La Suiza búlgara”.
© Foto: BGNES
El monasterio de Los Siete Sitiales nos dejará fascinado por sus leyendas. Todas y cada una de éstas encierran el número 7, sólo las variantes son diferentes. Así se habla en estas leyendas de cómo 7 boyardos fundaron los 7 asentamientos de la zona y crearon siete conventos o sitiales , o bien de unos adalides , nuevamente siete en número, quienes hicieron un sinfín de cosas buenas en esa zona. Por mucho que uno viaje por el desfiladero del río Iskar retornará necesariamente porque allí le esperan nuevos descubrimientos.
Versión en español por Mijaíl Mijailov
El período festivo a finales de 2024. es de más de 10 días, del 20 de diciembre al 2 de enero, lo que fomenta los viajes tanto familiares como corporativos, afirma el profesor Rumen Draganov, director del Instituto de Análisis y Previsiones en Turismo...
Desde las ruidosas cocinas de los restaurantes londinenses de estrellas Michelin, hasta un pequeño pueblo, cobijado en los adentros de los montes Ródope… El camino de Petko Sharankov es un camino lleno de giros y de sorpresas. Tras años en Londres,..
Las pistas de los tres principales centros invernales de Bulgaria: Borovets, Bansko y Pamporovo, están bien cubiertas de nieve antes del inicio oficial de la temporada, informa BGNES. La temporada 2024/2025 se inaugurará en Borovets el 15 de..