Centenario de las Guerras Balcánicas: el Inicio

El 5 de octubre se cumple el Centenario del día en el que para Bulgaria comenzó la Primera Guerra Balcánica (1912-1913), una epopeya heroica por la Liberación y los derechos humanos de los búlgaros en el Imperio Otomano. 34 años antes terminaba la Guerra Ruso-Turca, libertadora para Bulgaria. El Congreso de Berlín de las Grandes Potencias dejó abierta tras ella la Cuestión Oriental, ya que búlgaros y otros cristianos quedaron bajo el poder osmanlí en Macedonia, la región de Edirne y otras partes de la Península Balcánica. Las guerras libertadoras en esas tierras y las relaciones diplomáticas internacionales no trajeron una solución al problema. Las posibilidades de una salida pacífica ya se habían agotado. Anteriormente, en 1912, cuatro países balcánicos, Bulgaria, Serbia, Grecia y Montenegro firmaron un tratado militar contra el Imperio Otomano.

© Foto: lostbulgaria.com
Rumbo a Edirne

A mediados de septiembre, la tensión en la Península Balcánica creció. En el Imperio Otomano ya había comenzado una movilización parcial. El 17 de septiembre Bulgaria también declaró movilización, seguida por sus aliados. Rusia y Austria-Hungría enviaron una nota en la cual insistían en que se conservara la paz y prometían cooperar para que se produjeran reformas en el Imperio Otomano. En respuesta a ello, el 30 de septiembre, los aliados insistieron en reformas concretas, incluida la autonomía de Macedonia y la región de Edirne, en un plazo de seis meses. El 4 de octubre, la Sublime Puerta, el gobierno osmanlí, declaró la guerra a los estados aliados.

El 5 de octubre, el zar búlgaro Fernando hizo público un manifiesto en el cual declaraba la guerra. Parece que las palabras de este documento expresan los sentimientos de todo el pueblo búlgaro:

© Foto: wikipedia.org
Búlgaros, durante mi reinado de 25 años a través del trabajo cultural y pacífico siempre he buscado el progreso y la gloria para Bulgaria. Sin embargo, el destino nos deparó otra cosa. Más allá del monte Rila y los Ródopes, hermanos nuestros de sangre y fe, hasta hoy en día, 35 años después de nuestra liberación, no viven una vida normal. Encomendándome a la protección y la ayuda del Todopoderoso anuncio al pueblo búlgaro que ha sido declarada la guerra por los derechos humanos de los cristianos en Turquía.

La tarea del ejército búlgaro en este conflicto era sumamente difícil. Turquía no tuvo la posibilidad de defender sus extensas fronteras en la Península Balcánica y decidió librar una guerra directa, atestar un golpe a Bulgaria y de este modo hacer añicos la Liga de los Balcanes. El Imperio orientó todas sus fuerzas contra Bulgaria. Para Bulgaria, con su pequeño territorio y población, tampoco hubo una variante defensiva. De este modo le tocaron al ejército búlgaro los combates más duros y las pérdidas más graves. Gracias a la buena red ferroviaria, el ejército búlgaro fue trasladado a tiempo a la frontera con Edirne y al principio contaba con cierta primacía. El servicio de inteligencia turco no logró descubrir el verdadero número de las tropas búlgaras, ni la ubicación de sus principales fuerzas: el Primer y Tercer Ejército.

El Zar Fernando dirigiéndose a las tropas que sitiaban Edirne

Tras algunas escaramuzas fronterizas comenzaron los primeros combates de gran importancia. El 9 de octubre, el ejército ruso ya estaba preparado para avanzar, algo que quedó solo en los libros porque las tropas búlgaras fueron las que comenzaron el ataque. La dirección del golpe principal fue hacia la ciudad de Lozengrad, el actual Karklareli. Encarnizados combates se produjeron cerca de las poblaciones de Gechkenli, Kaipa, Seliolu, Erikler, Petra, entre otros. Mientras que el Primer Ejército búlgaro libraba los primeros ataques agotando las fuerzas del enemigo, el Tercer Ejército apareció sorprendentemente desde el este, destruyendo la defensa del ejército turco. El enemigo se retiró en pánico y el 11 de octubre abandonó la ciudad de Lozengrad, sin combatir. Los turcos cedieron en el resto de los tramos del frente tracio, el Segundo Ejército búlgaro bloqueó la fortaleza de Edirne. Los búlgaros avanzaron con éxito en el resto de los frentes, en los Ródopes Oriental y Occidental, y el Este de Macedonia. En esas regiones el comando búlgaro contaba con fuerzas mucho menores. Los búlgaros actuaron de un modo muy flexible, tomaron la iniciativa y con su valentía y fuerte espíritu conquistaron victorias en todas partes. Fueron apoyados por guerrillas locales que actuaron contra el adversario. Las guerrillas fueron organizadas por la Organización Revolucionaria Macedonia que encabezó las guerras libertadoras de la población búlgara.

Comandantes militares ante Edirne, en la orilla del río Maritsa, octubre de 1912

La campaña de otoño comenzó de un modo brillante pero lo principal estaba por suceder. Muchas dificultades logísticas acechaban al ejército búlgaro: comenzaban las lluvias otoñales, los malos caminos se hacían cada vez menos transitables. Se había desencadenado una epidemia de cólera. Escaseaban medicamentos, era difícil evacuar a enfermos y heridos, muchos murieron por el camino hacia el hospital. Antes de la guerra nadie se imaginaba estas dificultades que con rapidez se convirtieron en una cruel realidad. El enemigo enviaba nuevos refuerzos al frente. Al ejército búlgaro se acercaban días de graves retos, hazañas y heroísmo.

Versión en español por Hristina Táseva

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