Sexaginta Prista, un cuento de hadas danubiano que trata de buques romanos, cocina precolombina y náyades

Ruse, una de las ciudades búlgaras más bellas, de larga historia y espíritu aristocrático, recibe a sus visitantes con un abanico de sorpresas, posibilidades de itinerarios culturales y diversiones. En el pasado, la ciudad danubiana se denominaba Sexaginta Prista. ¿Cómo llegar hasta allí para dar un paseo insólito y qué significa el antiguo nombre de la población?

© Foto: wikipedia.org
Muro romana en Sexaginta Prista

Sobre el mapa de la Bulgaria actual no encontrarán una población que lleve este nombre. A pesar de esto sí existió una ciudad denominada Sexaginta Prista. En latín el nombre significa puerto que alberga 60 buques, una flotilla bastante sólida, incluso para las nociones modernas, sobre todo en el río Danubio.

Por lo general, las notas de viaje no comienzan con un cuento sobre la cocina. Pero el turista pasea y cuando se cansa le entran ganas de comer algo. Por esto, nuestro paseo comienza con referencia a la comida. El cuento de Sexaginta Prista versa sobre la época mucho antes de que Cristóbal Colón descubriera América y trajera de allí un gran número de frutas y verduras ampliamente difundidos hoy en día. Precisamente este tipo de cocina precolombina mostraron no hace mucho los arqueólogos del Museo de Historia de la ciudad de Ruse, durante el Festival-reposición del mercado romano en la antigua Sexaginta Prista. Con la participación de actores y voluntarios fue mostrada la vida en las fronteras del Imperio Romano. Maestros mostraron cómo se elaboraban armas, objetos cotidianos y monedas; fue recreado el mercado de esclavos y gladiadores. La lección más útil de cocina romana es la que ofrece catas a los visitantes. Ellos pueden probar sopa de pescado sin patatas y tomates pero con mucha lenteja, un alimento muy difundido en aquel entonces.

Lápida en la que se puede leer “Sexaginta Prista” (i) y una escena de caza (d)

A pocos minutos del centro de la actual ciudad de Ruse se encontraba una población tracia que todavía plantea muchas preguntas ante los científicos. Evidentemente, el lugar era un centro de cultos religiosos donde se practicaban ritos y prácticas no estudiadas aún. Fue descubierta una vasija zoomorfa de prolija decoración que ostenta una cabeza de águila. En el suelo cerca del Club Militar y la Casa del Marinero, los arqueólogos descubren objetos de cerámica y bronce, monedas y muchos otros hallazgos que estudiarán de aquí en adelante. Precisamente allí, en la alta ribera danubiana, asoman los vestigios de Sexaguinta Prista. El antiguo geógrafo, Claudio Tolomeo, da los primeros datos sobre la ciudad. En la guía del emperador Antonio Pío se menciona la fortificación de la población. Los primeros estudios arqueológicos más detallados fueron hechos por los hermanos Karel y Hermann Skorpil. Sexaguinta Prista largo tiempo guardaba sus secretos en las entrañas de la tierra. El emperador Augusto se daba cuenta del papel que desempeñaban el Danubio y las poblaciones en la ribera para la seguridad del Imperio. Durante el reino de Marco Ulpio Trajano se construyó una red de fortificaciones que se convirtió en sistema defensivo del Imperio denominado Limes Danubiano. Eran necesarios buques para observar la frontera y en Sexaginta Prista fueron habilitados 60 sitios para esos buques. Su tripulación sumaba unas 6 mil personas. Nos referimos a acontecimientos del siglo I después de Cristo y del periodo de las guerras dacias libradas durante el reinado del emperador Domiciano entre 85-89. Se supone que para conmemorar la victoria sobre los dacios, la fortaleza recibió el nombre de Saxaginta Prista. Los soldados veteranos solían permanecer en las ciudades fortalezas, se asentaban allí y creaban familias.

Caza de jabalíes (i) y una vasija romana (d)

Hoy para los turistas Sexaginta Prista forma parte de los interesantes itinerarios de la ciudad. No se olviden de visitar el edificio del estado mayor y el templo de Apolo. En el marco de un proyecto de restablecimiento y socialización fue erigida una torre de observación en la fortaleza que es una réplica de un faro del limes romano. Hay una habitación donde está representado el día a día del soldado romano. Esta parte es la más atractiva para los turistas, sobre todo para los niños ya que les agrada tomarse fotos con las antiguas armaduras romanas. Entre las atracciones está la maqueta de un antiguo torno de alfarero donde siempre hay deseosos de aprender cómo los romanos procesaban la arcilla. Ha sido construida una rampa para asegurar la mejor visibilidad para las personas con discapacidades, hay zonas de observación que dan la posibilidad de tomar fotos del viaje en la Antigüedad. Visiten el pabellón donde está colocada la maqueta del buque romano Pristis. Después de este paseo les espera Ruse, una ciudad renacentista, barroca y de la secesión. ¿Dónde están las ninfas de agua, esos bellos espíritus que habitan las riberas de los ríos, de las cuales hablamos con frecuencia si mencionamos la ciudad danubiana? Nos acompañan durante todo el tiempo, las descubrimos en las leyendas de los ríos y en los ojos de las chicas modernas…

Versión en español por Hristina Táseva

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