La aldea de Gorsko Slivovo lucha contra el desempleo con los recursos del turismo ecológico

Publicado el 11/02/13 12:40

Foto: Archivo

Hay en el norte de Bulgaria una aldea llamada Gorsko Slivovo. Está situada en medio de un pintoresco paraje, de la meseta Devetashka, una región cárstica declarada territorio protegido por ley e incluida en Natura 2000. Allí se encuentran algunas de las grutas más hermosas de Bulgaria. El área es atractiva no solo para los espeleólogos sino también para todos los amantes de la naturaleza. La aldea dista solo 12 kilómetros del centro municipal que es la ciudad de Letnitsa. Antaño, la Gorsko Slivovo era muy populosa. Hoy sus vecinos se han reducido a no más de 600. Las vicisitudes de la historia más reciente de Bulgaria imprimieron su sello en la vida de la gente local, transformándola completamente, dice Nikolai Todorov, alcalde de Gorsko Slivovo desde 1982.

Nos encontramos en la provincia norteña de Lovech, a 50 kilómetros de la cabecera de provincia y a 60 de la mayor ciudad norteña, la de Pleven, aclara el alcalde. La aldea existe desde 1440, cuando Bulgaria se encontraba bajo dominación otomana. Entonces se asentaron en este lugar los llamados dogandzhii, cetreros, que tenían la obligación de criar halcones y azores de caza, a cambio de lo cual eran eximidos de ciertos impuestos. Hoy en Gorsko Slivovo conviven en paz unos 600 representantes de dos etnias: la búlgara y la turca. En la aldea hay una iglesia cristiana y una mezquita. El templo ortodoxo de San Jorge el Triunfador fue construido en 1852 y, la mezquita data de 1586. No es que lo afirme yo; cualquiera de Gorsko Slivovo les dirá que aquí no tenemos problemas de base étnica y nunca los hemos tenido. Convivimos tranquilos y en paz. Les puedo poner un ejemplo personal: desde la infancia y hasta hoy mis mejores amigos siempre han sido de la etnia turca.

A solo dos kilómetros de Gorsko Slivovo está la gruta Goliama Garvanitsa, de gran interés para los amantes de la naturaleza. Es una cueva vertical de imponente entrada y de una profundidad que supera los 40 metros. Se baja a sus entrañas por una escalera metálica casi vertical. El río subterráneo de otra cueva, llamada Pequeña Garvanitsa, y otros ríos subterráneos más confluyen en los Saltos Krushunski, un fenómeno natural bellísimo, muy visitado por los turistas. No cabe duda que el turismo ecológico es el futuro de esta zona y puede ayudar a la gente local a vencer el desempleo.

Antes de pasar a la economía de mercado, en Gorsko Slivovo había trabajo para todos y, en la aldea residían 2400 personas, recuerda Nikolai Todorov. Unas 1600 trabajaban en la agricultura y, los demás, en la industria y la sanidad. Hoy la situación es totalmente diferente.En la actualidad la gente se dedica principalmente a la ganadería y la agricultura porque las empresas industriales que teníamos en la zona fueron destrozadas, dice el alcalde. La gente joven no tiene dónde trabajar y, la tasa de desempleo es muy alta. Sin embargo, aparecieron dos grandes compañías que arrendaron todas las 3600 hectáreas de tierra laborable, que en estos momentos se cultivan. Quedaron abandonadas únicamente las plantaciones frutales y las áreas destinadas a la horticultura, aclara el alcalde.

Se siembra principalmente trigo y algo menos maíz y girasol. La gente joven que queda en el pueblo se dedica a la pequeña ganadería criando unos cuantos animales, o bien, han sido contratados por las grandes empresas arrendatarias. Unas cuantas personas han conseguido empleo en el centro municipal de Letnitsa, donde una empresa pequeña fabrica paredes artificiales para escalar. Otros han remodelado sus casas para acoger a turistas que visitan los saltos Krushunski y otros lugares naturales de interés en la zona. En los meses de verano hay muchos visitantes y no siempre encuentran alojamiento. Ya tenemos 4 pequeños hoteles familiares, pero en la aldea hay muchas casas más apropiadas para este fin, explica Nikolai Todorov. Hace falta que los jóvenes las remodelen para que puedan funcionar como casas de huéspedes.

La aldea tiene tradiciones culinarias muy interesantes y la maestría gastronómica de la gente local ofrece muchas sorpresas como, por ejemplo, las exquisitas hortalizas curtidas en cuya preparación existe una fase en que se las deja al sol por un par de días para que absorban su energía. En la zona existen posibilidades de desarrollar el turismo rural, ecológico y cultural. No olvidemos que uno de los lugares de interés histórico muy visitado es la posada de Kakrina, convertida hoy en museo, donde fue capturado Vasil Levski, el héroe nacional que se inmoló en la lucha por la liberación nacional de Bulgaria de la denominación otomana, llamado por el pueblo el Apóstol de la libertad. El Apóstol fue capturado en la madrugada del 27 de diciembre de 1872 y dos meses más tarde, el 19 de febrero del año siguiente, fue ahorcado en las inmediaciones de Sofía.

Hay que ver la manera de mover a los turistas a que redescubran la hermosura de esta región de Bulgaria. Esto requiere renovar la infraestructura de la aldea y las arterias viales de la región, concluye Nikolai Todorov, alcalde de Gorsko Slivovo.

Versión en español por Raina Petkova

По публикацията работи: Milka Dimitrova

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