La aldea de Kakrina, historia y actualidad

Kakrina es una aldea pequeña en la parte central del norte de Bulgaria, cerca de la ciudad de Lovech. Los búlgaros asocian esa aldea con el trágico hecho histórico de la captura del más querido héroe nacional, el apóstol de la Libertad, Vasil Levski, quien creó una red de comités revolucionarios para la Liberación de Bulgaria del yugo otomano. Levski fue ahorcado el 19 de febrero de 1873 cerca de Sofía. Cada año en los días que preceden la muerte del Apóstol, Bulgaria evoca el pasado y rinde homenaje a la memoria del héroe que dijo en la horca: “Lo que hice fue en beneficio del pueblo”. La tierra frente a la posada de Karkrina, donde fue capturado Levski, es un lugar sagrado para la historia búlgara. Hoy la aldea de Kakrina vive al ritmo del siglo XXI. Está situada en la parte sudoeste de la meseta de Devetash, (una meseta cárstica donde se encuentran los más grandes complejos de grutas en Bulgaria), allí, donde termina el valle del Danubio y comienza la Codillera de los Balcanes, cuenta Ivanichka Stáncheva, teniente de alcalde.

Viajando desde la ciudad de Lovech, cabecera de provincia, a 18 kilómetros al este por la antigua carretera entre Lovech y Sevlievo, sumidos en la bella naturaleza, llegamos a la pintoresca aldea de Kakrina. Frescor, aire limpio, hierbas curativas y sitios para relajarse es lo que ofrece la aldea a los turistas. La región es cárstica, plagada de grutas, bosques, pendientes, praderas que son el hábitat idóneo para muchas especies de aves y animales salvajes. Cada amante de la naturaleza puede apreciar a perdices, codornices, faisanes, patos salvajes, jabalíes, ciervas. En nuestro territorio viven las raras cigüeñas negras que anidan en la localidad de Paskalevets.

© Foto: Archivo de Kakrina
La iglesia de Kakrina

Las leyendas cuentan que la aldea fue creada hace 400 años. Entonces se encontraba a 3 kilómetros en dirección al este. Las permanentes incursiones de los otomanos que viajaban entre Lovech y Sevlievo obligaron a sus habitantes que la abandonasen. Se separaron en dos grupos. El primero pobló el sitio donde hoy se encuentra la aldea de Brestovo, el otro grupo se detuvo cerca de una fuente y así echó los cimientos de la actual aldea de Kakrina. Su nombre proviene del croar de las ranas en los charcos cerca de la fuente, hace recordar este interesante hecho Ivanichka Stáncheva. El destino de los habitantes de Kakrina hoy en día no se diferencia mucho del de muchas aldeas búlgaras que afrontaron las consecuencias de la transición a la economía de mercado en los últimos 20 años. Gente joven casi no hay, de los 270 habitantes de la aldea casi todos ya no tienen edad apta para el trabajo. La agricultura y la ganadería son el sustento de los vecinos de Kakrina. Dos empresas labran la tierra del pueblo, otra ha creado un taller para secado plantas curativas. En la aldea hay una granja de ganado vacuno y dos de ovejas. Incluso en España conocen la inigualable naturaleza y el aire limpio de Kakrina. 15 casas en la aldea son propiedad de ciudadanos españoles que periódicamente regresan allí. Parte de ellos dan en arriendo las casas renovadas a las personas que desean desarrollar el turismo ecológico ya que la aldea es punto de salida para hacer viajes por la región. Es una de las diez aldeas de la meseta de Devetash de las cuales se puede llegar a las famosas casadas Krushunski.

La posada de Kakrina

Kakrina es una aldea vinculada a la historia búlgara, dice Ivanichka Stáncheva. Sus habitantes participaron activamente en las luchas libertadoras contra los conquistadores otomanos. Son de la aldea algunos de los más alegados colaboradores de Vasil Levski. Uno de ellos es Hristo Tsonev, alias el Latino, quien durante las guerras libertadoras por encargo de Levski y del Comité Revolucionario de Lovech tomó en arriendo la posada del pueblo para organizar allí las reuniones del comité revolucionario local.

© Foto: Archivo de Kakrina
El bajorrelieve del Apóstol
La posada acogió por última vez al Apóstol antes de que fuera capturado por los turcos el 27 de diciembre de 1872, dice Ivanchka Stáncheva. Tras su captura la posada fue abandonada y condenada al olvido, fue destruida por completo tras un incendio. En 1901 unos patriotas búlgaros colocaron una placa conmemorativa en el lugar donde se encontraba la antigua posada. En 1924 el comité cívico Vasil Levski inició una campaña de recolecta de medios y materiales para construir de nuevo la posada de Kakrina. Los cimientos fueron echados en 1926 y su apertura oficial tuvo lugar el 10 de mayo de 1931. En el patio del museo, al lado del seto se encuentra una placa conmemorativa en el lugar manchado con la sangre del Apóstol de la Libertad. Allí se yergue un olmo secular, el único testigo de la captura de Levski. En 1997 una tormenta derribó al árbol pero en 1998 fue fortificado e inaugurado como un monumento.

© Foto: Archivo de Kakrina
La placa en homenaje a Vasil Levski y el sentenario olmo que fue testigo de su captura

Cada cierto número de años se renueva el seto de la posada de Kakrina que el Apóstol trató de saltar tratando de escapar de los turcos. En el patio de la posada de Kakrina hay un bajorrelieve de Levski. En 2011 en la pared de la posada fue colocado un bajorrelieve del amigo cercano y persona de confianza de Levski Hristo Ivanov, el Grande, cuenta Ivanichka Stáncheva. Los aldeanos están orgullosos por el hecho de que siete personas del pueblo eran miembros del Comité Revolucionario de Lovech, fundado por Levski. Este año se cumplen 140 años de la muerte del Apóstol. Kakrina acogerá a las personas que al rendir homenaje a la obra de Levski recapaciten una vez más qué es lo que le deben a Bulgaria como ciudadanos y cómo quisieran ver al país.

Versión en español por Hristina Táseva

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