El monasterio de San Miguel Arcángel en Kokalyane

El monasterio de San Miguel Arcángel está situado en las faldas de la Cordillera de los Balcanes, cerca del pueblo búlgaro de Kokalyane, a 10 kilómetro de Sofía. Se llega a él siguiendo un sendero a través del bosque, que arranca desde el llamado Puente del Diablo en la carretera de Sofía a Samokov. Según la leyenda, en ese lugar los conquistadores osmanlíes masacraron a gran número de cristianos dejando la zona cubierta de huesos humanos, en búlgaro “kókali”, y de ahí el nombre del pueblo: Kokalyane.

El monasterio de San Miguel Arcángel formaba parte del complejo Santo Monte de Sofía y su historia está envuelta en leyendas. Una de ellas narra que a finales del siglo X el zar búlgaro Samuil mató una corza y percibió este hecho como un sacrificio. Todo ello sucedió en el día de San Miguel, y entonces fueron sentados los cimientos del monasterio. Otra leyenda narra la historia de zar Mihail Asen III quien, mientras celebraba su éxito en la caza, fue atacado y matado por los turcos. El monasterio fue erguido con la benevolencia de los soberanos búlgaros. Poseía una gran riqueza y muchos inmuebles. Después del caer bajo dominio otomano, se recuperó muy pronto y siguió atrayendo a peregrinos de los pueblos cercanos. Después de la derrota de la cercana Fortaleza de Urvich, algunos defensores sobrevivientes de ésta, llevaron al monasterio objetos valiosos y libros viejos, según refieren varias leyendas. Durante el dominio otomano el monasterio fue saqueado e incendiado en dos ocasiones. Su existencia fue documentada en el llamado Compendio de Kokalyane de 1645. En aquel entonces el monasterio consistía de una pequeña iglesia con dos recintos contiguos minúsculos. Su abad era el pope Stoine. En un ataque al convento los turcos degollaron a su hermano porque se negó decirles dónde se había escondido el abad. Alrededor de 1790 sobre las bases del antiguo templo fue construida la iglesia de San Miguel Arcángel.

La iglesia San Miguel Arcángel

Tras varias incursiones bandidescas, el monasterio fue abandonado y restablecido de nuevo en el año 1858 por el hieromonje Hrisant, venido del monasterio de Rila. Cuando en 1858 aparecieron las pandillas de desertores del ejército turco, el padre fue asesinado por ellos. Hoy en día su tumba se encuentra a la entrada del patio monasterial. Después de aquellos sucesos trágicos el monasterio fue abandonado y restablecido de nuevo en los años 70 del siglo XIX. En 1896 la vieja iglesia del monasterio fue demolida para construir el actual templo con donaciones de la gente local. El edificio está hecho de grandes bloques de piedra y se sitúa en el centro del amplio patio monasterial. Los iconos fueron donados por feligreses del pueblo de Zheleznitsa. Trabajó en los frescos del templo el iconógrafo Nikolai Shelepov Obrazopisov, de Ruse, quien en 1896 pintó los murales de la iglesia con la ayuda de sus discípulos de la Escuela de Samokov.

La calabaza de plata del zar Iván Shishman

Según la leyenda, el monasterio guardaba los tesoros del último zar búlgaro, Iván Shishman. Se encontraban enterrados y tras excavarlos, entre ellos fueron descubiertos valiosos manuscritos y antiguos libros eslavos de cuero que fueron llevados al monasterio de Rila. En su Historia eslavo-búlgara, escrita en 1762, el monje Paisiy menciona que el zar Iván Shishman había guardado sus tesoros en aquel lugar. Los mitos de aquella época hablan de dos reliquias más de la época del Segundo Reino Búlgaro relacionadas con el último zar de la dinastía de los Shishman: una calabaza vinatera hecha de plata y un cáliz de cristal con incrustaciones de oro. La calabaza hecha de plata fue traída de la Fortaleza de Urvich junto con otos tesoros reales. El cáliz de cristal se conservó en el monasterio hasta 1970. Se considera que perteneció al zar. Más tarde fue roto por un novicio del monasterio, tras lo cual su destino se desconoce. El cáliz estaba cubierto de flores de oro, incrustadas en el vidrio, una técnica utilizada en el famoso vidrio de Venecia. Antes de que Bulgaria cayera bajo la dominación otomana, muchos venecianos y georgianos comerciaban con los notables búlgaros. En el monasterio de Kolkalyane se conservaban valiosos libros. En el siglo XVI en el monasterio fue compilado el llamado Compendio de Kokalyane que guarda datos sobre los peregrinos y los objetos que ellos obsequiaban al monasterio. En 1579 en éste fue escrito también el llamado Evangelio de Kokalyane.

Hoy en día el monasterio está muy bien cuidado y se compone del templo de San Miguel Arcángel y dos capillas dedicadas al diácono Stefan. Dentro del conjunto monasterial hay dos edificios de dos pisos, un campanario y una cocina antigua. El complejo arquitectónico está rodeado por una muralla maciza de dos metros de altura.
Es un monasterio masculino, abierto al público todos los días. Su se celebra el 8 de noviembre cuando la Iglesia Ortodoxa Búlgara venera la memoria de San Miguel Arcángel. El 15 de agosto, Día de la Asunción de la Virgen, el patio se llena de creyentes venidos de las aldeas cercanas. Situado en el regazo de la montaña, en medio de un hermoso paisaje, el monasterio de Kokalyane es un lugar preferido por los vecinos de la capital Sofía para ir de excursión. Fue declarado monumento de la cultura en 1969.

Versión en español por Vésela Petrova
Fotos: Cortesía de la Dra. Valentina Dineva del Instituto de Etnología y Folclorística de la Academia de Ciencias de Bulgaria

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