El Día de San Demetrio

Publicado el 24/10/13 12:53

La iglesia ortodoxa San Demetrio en Salónica

Foto: wikipedia.org

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El 26 de octubre la Iglesia Ortodoxa venera a San Demetrio de Salónica, nacido en el siglo III d.C. en la familia del gobernador de Salónica. A la muerte deL gobernador, el emperador designó a San Demetrio en su puesto. San Demetrio profesaba y loaba abiertamente la fe en Cristo, y gozaba del más profundo respeto de sus conciudadanos. Por la fidelidad a sus creencias cristianas fue hecho prisionero y llevado ante el emperador romano, ante quien proclamó su fe, por lo que fue condenado a muerte y ejecutado según la tradición el 26 de octubre del año 306. Las reliquias del santo fueron depositadas en un féretro de plata y sepultadas en una pequeña iglesia. Cuentan las leyendas que expedían crisma. San Demetrio es venerado como protector de Tesalónica. En la iconografía es representado en ropas militares, como guerrero, siendo sus atributos la espada, la lanza, flechas y escudo, y en algunas ocasiones la cruz. A veces se le representa a caballo atacando a otro guerrero en representación de los enemigos de la fe. La festividad de San Demetrio es una de las mayores festividades otoñales y divide el año en dos estaciones principales: verano e invierno. Entre San Jorge (6 de mayo según la Iglesia Ortodoxa) y San Demetrio (26 de octubre) media el período activo de la vida agrícola. Un proverbio búlgaro reza San Jorge trae el verano y San Demetrio, el invierno.

San Demetrio es el dueño del invierno. Monta un caballo alazán y de sus barbas blancas caen los primeros copos de nieve. Por eso el pueblo dice: Viene San Demetrio y con él la nieve. En este día los dueños de la casa ordenan la leña que han traído para el invierno y guardan el arado bajo techo. En San Demetrio hay que observar el comportamiento de los animales porque permite adivinar cómo será el invierno que se avecina. Si al volver del pastizal el ganado vacuno muge más de lo habitual, o si las ovejas, al entrar en el redil, hacen caer la vara del pastor, ello es indicio de que el invierno será muy crudo. Si en San Demetrio llueve, lloverá también en San Jorge. Si en la víspera de San Demetrio la luna es llena, al año siguiente las colmenas estarán colmadas de miel y los enjambres crecerán. En San Demetrio se sacrifican animales y se organizan ferias a que acuden los miembros de la familia diseminados por el mundo. En la mesa festiva no debe faltar un guisado de gallo ni un pan casero con manzanas. En este día, que marca el fin del año económico viejo y el inicio de un nuevo ciclo, se liquidan las deudas con los pastores y los peones que han trabajado para el amo durante el año. A los trabajadores contratados se les ha de ofrecer un abundante convite en la cantina del pueblo. Luego, como en toda festividad búlgara, se baila la ronda joró y se entonan canciones de amor. Una de las más populares que suelen resonar en este día es la que cuenta de la hija de un terrateniente que se escapó con su amado, un peón de la finca de su padre. El sábado que precede el día de San Demetrio se homenajean los muertos. En San Demetrio celebran su onomástica las personas que llevan los nombres masculinos Dimitar, Dimo o Mitko y los femeninos Dimitrina, Dimana o Mitra.

El 27 de octubre la Iglesia Ortodoxa venera a San Néstor, que vivió en el siglo III en Tesalónica. Era un joven seguidor de San Demetrio que murió junto con él.
En el calendario tradicional este día es llamado el Día de los Ratones. Cuenta una leyenda que los ratones, las serpientes y los topos salieron del vientre del ereje Lío cuando San Néstor le venció en duelo. Otra leyenda afirma que esos bichos salieron del diablo cuando el cuerpo de éste reventó bajo el efecto del olor a incienso.
Ya que los ratones siempre han sido una gran calamidad para las casas y la hacienda, para las cómodas en que se guardaban las prendas de vestir y los granos en el campo y en los graneros, a los roedores les ha sido dedicado un día especial en el calendario tradicional para honrarlos. Ese día se practican diversos ritos cuya finalidad es pedirles clemencia. Según la creencia popular, el ratón es una pequeño fantasma que puede ser vencido sólo a fuerza de ruegos. En la Fiesta de los Ratones las mujeres no deben hacer labores de punto, hilar, tejer, ni abrir las cómodas para que los ratones no se coman el fruto de su trabajo y las prendas que han elaborado. No deben tocar las cubas de col fermentada ni los sacos de harina para que no entren ratones en ellos.
Tampoco se deben utilizar en estos días artefactos filudos: no se debe cortar con cuchillo, tijera ni hacha, y no se deben hacer labores con agujas para que “con sus dientes filudos los ratones no se coman los granos sembrados ni la ropa”.

Versión en español por Raina Petkova

По публикацията работи: Valentina Sharlánova

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