Stara Zagora - la ciudad renacida

Suelen llamar a Stara Zagora la ciudad de los tilos, de los poetas, de las calles rectas, de las mujeres bellas. Todo lo dicho es cierto, pero se refiere a la nueva biografía de la ciudad. Si nos sumergimos en su historia, descubriremos hechos muy curiosos que han dejado su impronta en la imagen actual de ese centro poblacional.

¿Cuántas veces ha renacido la ciudad?

Los vecinos de Stara Zagora están orgullosos de que viven en una ciudad que en los últimos 10 000 años ha sido habitada sin interrupción. Por esto sugieren a los turistas empezar su recorrido por el museo de Poblados Neolíticos. Parece imposible, pero desde la nueva Edad de Piedra hasta hoy se conservan los dos poblados neolíticos más antiguos de Europa que ofrecen los hallazgos más copiosos y valiosos. Se pueden ver 1826 muestras excepcionales: diferentes figuritas de mujer y de hombre, incluso un recipiente de barro pintado con pintura blanca. Esta región del mundo y de Europa no deja de sorprender a los científicos por la concentración de artefactos que ofrece. Cerca de la ciudad están situados más 120 túmulos.

El Museo de Historia regional

Durante los siglos, la ciudad ha tenido ocho nombres y si uno no es especialista difícilmente encontraría la relación entre ellos: Beroe, Augusta Trajana, Irinopolis, Boruy, Vereya, Eski Zaara, Zheleznik y el actual nombre de Stara Zagora. Según algunos, las palabras Beroe, Boruy, Vereya y Zheleznik significan “hierro”. La fama de esta región en el pasado se debía también a las minas de cobre calcolíticas que eran el centro minero más importante en el V milenio antes de Cristo. Los antiguos moradores de la región, los tracios, eran hábiles en el manejo de los metales, de los que elaboraban fuertes armaduras. El oro lo convertían en ornamentos para sus municiones y excelentes recipientes y adornos. Siete siglos antes de Cristo el poblado era Puerto sobre tres ríos navegables, y el clima era muy suave y bondadoso.

El lago Zagorka

Después de varios milenios, como resultado de un fuerte terremoto, dos de los ríos desaparecieron. Sin embargo, la región siguió siendo atractiva para el desarrollo de la agricultura y la ganadería. Hoy en la Universidad Tracia de Stara Zagora se forman jóvenes en la especialidad de medicina veterinaria, hay una Facultad de Ciencias Agrícolas, una Facultad de Economía, etc.

El Foro de Augusta Trayana

¿De donde proviene el nombre de Augusta Trajana?

En orno al año 107, después de una victoria sobre los dacios, el Emperador Trajano cruzó la región y decidió dar a la ciudad su propio nombre. El centro poblacional adquirió también el derecho de acuñar monedas. Siete siglos más tarde la historia se repitió pero con otro gobernante. En el 784 la emperatriz bizantina Irina, llamó la ciudad Irinópolis. Se fueron sucediendo los gobernantes de la actual Stara Zagora, con sus gustos y caprichos... La ciudad cambiaba de nombre, pero sobrevivía y seguía ahí. Vivió varios renacimientos después de incendios. Un año antes de la liberación de la dominación otomana, durante los acontecimientos dramáticos de 1877, la ciudad fue convertida en ruinas. Pero el espíritu de la gente era fuerte. El 5 de octubre de 1879 oficialmente empezó la construcción de la nueva ciudad de Stara Zagora.

¿Como adquirió Stara Zagora estas calles rectas?

La tarea de idear el nuevo Plan Urbanístico y Arquitectónico de la ciudad fue encargado al arquitecto Lubor Bayer, checo procedente de Austria-Hungría. Era un experto muy ambicioso, que quería y logró dar a la ciudad un aspecto moderno capaz de competir las soluciones arquitectónicas de EEUU. De esta manera la ciudad de Stara Zagora cobró fama como la ciudad de las calles rectas. Hoy en día el llevan nombre de Bayer, la Galleria de Arte de la ciudad y el Colegio Profesional de Arquitectura.

Al cabo de miles de años, el nombre antiguo de Beróe es mencionado con mucha frecuencia por los vecinos actuales de de Stara Zagora, sobre todo si son aficionados del club de fútbol local. Llevan el mismo nombre un estadio, un conjunto deportivo, una plaza, una fábrica, un hotel. Incluso en la Antártica Occidental ya hay una colina llamada Beróe.

La herencia cultural e histórica se entrelaza de una manera natural en la arquitectura moderna de esa ciudad. Sus antiguas calles son recorridas por generaciones totalmente nuevas. Como se sorprenderían sus ancestros si pudieran verlas ahora: jóvenes, extrañas, enérgicas, con sus teléfonos móviles de colores, que tienen sus preferencias modernas: las cafeterías, los clubes, los parques, el observatorio, pero les gustan también las termas romanas, la ópera, los festivales, los museos, las poemas. Y, por supuesto, las obras de sus coetáneos.

¿Dónde prefieren reunirse los jóvenes modernos de Stara Zagora?

Paradójicamente, los tiempos cambian, las generaciones también, pero el lugar de encuentros en Stara Zagora no cambia. Son las dos “setas” en el centro de la ciudad. No son nada excepcional, dos simples columnas cilíndricas para poner carteles con algo como sombrero encima. Así que ya saben: en Stara Zagora uno nunca se sentirá solo. Donde las “setas” siempre hay gente. La ciudad renacida continúa su crónica vital.

Version en español por Ruslana Váltcheva

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