Se han cumplido 1200 años de la muerte del kan Krum, importante soberano búlgaro con méritos excepcionales para la creación del Estado búlgaro y su afirmación en el ámbito internacional. Se desconoce la fecha exacta de su nacimiento, así como la de su entronización. Suelen ser señalados los años 802 ó bien 803 como inicio de su gobierno. Según algunos anales, es descendiente de protobúlgaros asentados en Panonia (región de Europa Central, bañada por el río Danubio, que corresponde actualmente a la parte occidental de Hungría y la oriental de Austria).

Krum puso el inicio de una nueva dinastía a la que pertenecieron también otros grandes soberanos de Bulgaria, como el príncipe Boris I, bajo cuyo reinado los búlgaros adoptaron el cristianismo, y el zar Simeón. Al comienzo de su gobierno, libró múltiples batallas contra los ávaros que habían quedado debilitados por su lucha contra el Imperio Franco. Conquistó Transilvania y tierras que hoy pertenecen a Hungría a orillas del río Tisa, y parte de los nobles avaros se aliaron con él.

En el año 807 el emperador bizantino Nicéforo I emprendió una marcha contra Bulgaria. Su ejército no llegó muy lejos, ya que el emperador tuvo noticia de que se estaba preparando un golpe de Estado. Sin embargo, su ofensiva sirvió de motivo al kan Krum para comenzar una guerra contra Bizancio, con la finalidad de anexionar las tierras que hoy se hallan en el sudoeste de Bulgaria.

No obstante, dos años más tarde, Nicéforo emprendió una enérgica contraofensiva y con su enorme ejército logró cruzar la cordillera de los Balcanes. Krum se vio forzado a abandonar su capital Pliska, que fue devastada y los ciudadanos pacíficos, masacrados. Mientras tanto, Krum dotó de armas a sus súbditos, a sus aliados, los ávaros, e incluso a las mujeres. Nicéforo no sabía cómo continuar la campaña. Desconocía la ubicación de su adversario y por ello decidió retirar su ejército extenuado y desmoralizado de regreso al valle de Tracia pasando por el puerto montañoso Varbishki. Justo allí, en el desfiladero, el ejército bizantino fue atacado a mansalva por los búlgaros y fue aniquilado. Nicéforo fue matado y Krum mandó hacer de su cráneo una copa revestida de plata. Según las creencias de los protobúlgaros de que descendía el kan, así él adquiría la fuerza del enemigo derrotado.

La guerra continuó y en los años 812 y 813 Krum ganó nuevas victorias sobre el nuevo emperador bizantino, Miguel Rangabé, y su sucesor, León V. Este último decidió tener negociaciones con Krum a las puertas de Constantinopla pero se dejó llevar por la tentación de organizar el homicidio de su adversario. Un grupo de tiradores, camuflados en una emboscada, debían dejar sin vida al kan en el lugar señalado para la negociación. Krum intuyó el peligro y montó de inmediato su caballo. Logró salvar la vida y prosiguió la guerra con energía renovada.  En primavera del año 814 fue planeada una ofensiva decisiva contra la capital bizantina. A tal efecto, fueron preparadas gran número de máquinas de asedio. Sin embargo, en plenos preparativos, el 13 de abril Krum falleció.

Los cronistas tienen diferentes versiones sobre su muerte. Algunos afirman que fue degollado por mano desconocida; otros opinan que perdió la vista a causa de sus pecados y que sus súbditos practicaron un regicidio ritual para que su fuerza completa pudiera pasar a su heredero en el trono. Sea como sea, se desconoce la verdadera causa de su muerte se desconoce.

Durante su reinado relativamente corto, Krum hizo mucho por Bulgaria. Anexionó a su reino los actuales territorios búlgaros al sur de la cordillera de los Balcanes, y realizó importantes reformas en el Estado. Cabe señalar, en primer lugar, que suprimió la estructura tribal y empezó a designar a gobernadores de las diferentes regiones. Comenzó por los nuevos territorios al sur donde uno de los primeros gobernantes fue el hermano de Krum que ocupó el lugar del caudillo de la tribu eslava local. Al mismo tiempo Krum hizo mucho por integrar en el Estado búlgaro a los eslavos y, sobre todo, a sus caudillos.

Krum implementó las primeras leyes escritas en la historia búlgara. Una leyenda muy difundida reza que el proceso comenzó tras su victoria sobre los ávaros. Habiendo triunfado sobre ellos, el kan recibió a sus caudillos con la dignidad que se merecían los presos de guerra con dignidad. Les preguntó por qué se había arruinado bajo los golpes de los francos y los búlgaros el antaño poderoso Estado Ávaro. Así se enteró de la corrupción, los robos, la borrachera y la decadencia moral que habían carcomido y socavado el poderío de sus antiguos adversarios.

Krum dictó leyes por las que introdujo medidas implacables contra el robo, la calumnia, la borrachera. Sus actos legales defendían la propiedad privada pero contemplaban también ayuda a los pobres. Todas esas reformas tuvieron un sentido aún más profundo: el kan igualó en absoluto los derechos de los protobúlgaros y los eslavos, eliminó el derecho consuetudinario local y creó un Estado centralizado.

Versión en español por Raina Petkova