Más de un millón de turistas visitaron Veliko Tarnovo el año pasado, con lo cual esta ciudad, que es antigua capital de Bulgaria, ha ocupado el primer puesto entre las ciudades búlgaras más visitadas. A diferencia de en muchos centros turísticos nacionales que en invierno se sumen en una especie de letargo, en Veliko Tarnovo la animación reina durante todo el año y la vida cultural bulle cual un crisol: exposiciones, festivales, espectáculos teatrales, conferencias internacionales, happening juveniles al aire libre y un sinfín de tentaciones más atraen a los aficionados a las artes y, desde luego, a los turistas nacionales y extranjeros, que apenas logran visitar los lugares de interés histórico y cultural en esta ciudad y sus alrededores.

Por esto vuelven una y otra vez. En verano en el casco viejo de la ciudad casi no se oye habla búlgara, y en las grandes festividades o en las fechas de eventos internacionales es prácticamente imposible encontrar plazas libres en los hoteles de la ciudad, por lo cual los visitantes de ésta suelen reservar habitaciones en las villas vecinas.

Para sentir e identificarte con el espíritu de Veliko Tarnovo es preciso permanecer en la ciudad por más tiempo, dar paseos por la emblemática calle Gurko con sus antiguas casas, cantinas, pequeños hoteles familiares, etc., pegados uno al lado del otro, y contemplar el panorama de la bella ciudad situada en forma amfiteatral en las laderas de las colinas por entre las que serpentea el río Yantra.

Hay que dedicar al menos una mañana a la Calle de los Oficios Samovodska, con sus pequeños talleres artesanales y tiendas de recuerdos, entrar en la pastelería y tomarse un café preparado sobre arena caliente y un pastel kadayif o revané. Hay que visitar sin falta también el Museo de Historia y el Etnográfico, el edificio en que sesionó la primera Asamblea Nacional (es decir el Parlamento de Bulgaria) y la prisión, convertida hoy en museo, en que fueron torturados los búlgaros rebeldes que se sublevaron contra el dominio del imperio otomano.

Una flamante atracción en Veliko Tarnovo es el Museo de las Figuras de Cera, inaugurado el año pasado. En él cobran vida los soberanos medievales de Bulgaria, nobles boyardos, artesanos y personas comunes y corrientes de aquella época.

La más impresionante es la colina Tsarevets con su fortaleza medieval coronada por el edificio del Patriarcado de Bulgaria. Es un lugar emblemático, no solo para Veliko Tarnovo, sino también para toda Bulgaria, que al caer la oscuridad se convierte en escenario de un show de audio y video llamado Luz y Sonido; la histórica colina es iluminada por luces feéricas y efectos sonoros y parece despertar de su sueño secular para vivir una vez más su gloria de antaño.

Por muy bien que uno conozca esta ciudad, siempre descubrirá en ella algo nuevo e impactante, empezando por sus iglesias, que es imposible recorrer en un solo fin de semana, y terminando con sus restaurantes de magnífica cocina y acogedores hoteles que compiten en ofrecer toda suerte de extras. Una de las nuevas atracciones de Veliko Tarnovo es un trencito turístico que pasea a los turistas por la ciudad para enseñarles sus lugares de interés y llevarlos al pie de la colina Tsarevets. Los visitantes de esta antigua capital de Bulgaria pueden ver también los restos de la ciudad romana Nikopolis ad Istrum, distante 25 kilómetros de Veliko Tarnovo.

Una de las líneas de trabajo prioritarias de la Administración Municipal es el turismo cultural. El año pasado fueron invertidos cerca de 3,5 millones de euros para mejorar la infraestructura turística. La mayor parte del dinero fue asegurada por el Programa Operativo de Desarrollo Regional a través de diferentes proyectos. La ambición de la Administración y de los vecinos de esta bella ciudad es que Veliko Tarnovo sea elegida Capital Cultural de Europa en 2019. Dicho sea de paso, también hoy Veliko Tarnovo es capital de la cultura. Allí se celebra la Feria Internacional de Turismo Cultural que este año contó con participantes de 11 países.

“En nuestra ciudad ocurren muchas cosas”, explica con entusiasmo Tsvetomir Boyadzhiev, gerente de la Agencia Turística Municipal Tsarevets Tarnov, y agrega que él y sus colegas están profundamente convencidos de que Veliko Tarnovo debe ser elegida capital cultural de Europa en 2019.

“Tenemos la certeza de que lo merecemos”, dice. “Contamos con el potencial humano necesario, con conocimientos, entusiasmo y experiencia suficientes. La gente joven de Veliko Tarnovo desea trabajar en proyectos nuevos que presenten nuestro patrimonio, pero desean también crear algo de cara al futuro, que los europeos y los búlgaros vean y aprecien. Los empresarios invierten capital privado en hoteles y restaurantes, y en el nuevo período de programación de la UE seremos beneficiarios de fondos concedidos a través de diversos programas europeos para descubrir y presentar al público nuevas obras arqueológicas y atracciones”.

Uno de los proyectos contempla construir un paseo a lo largo del río Yantra. Está previsto también habilitar una playa en la ribera para los turistas que deseen tomar sol junto al río, y un parque ribereño.

Versión en español por Raina Petkovа