Noventa y cinco aniversario del nacimiento del director de orquesta Ruslan Raychev

La contribución de Ruslan Raychev al desarrollo del arte y la cultura musicales en Bulgaria ha sido enorme. Nació el 5 de mayo de 1919 en Italia y como solía decir él mismo tenía previamente trazada su trayectoria en la vida, pues su padre era Petar Raychev, tenor mundialmente conocido en los años 30 del siglo pasado. Aportó a su elección también el  ambiente artístico en que se fue criando. Visitaban su hogar destacadas figuras de la cultura musical mundial como Arturo Toscanini y Sergei Prokofieff.

Ruslan Raychev comenzó a asistir a clases de piano en el conservatorio Giuseppe Verdi, de Milán.“Nunca me han forzado a tocar, ya que esto siempre me proporcionaba un gran placer”, decía él.

En 1932 su familia retornó a Bulgaria y Ruslan siguió estudiando el piano orientado por Panka Pelishek y Andrey Stoyanov. Se graduó por la Academia de Música de Viena en las carreras de dirección y de piano. En entrevista, conservada en el Fonoteca de Radio Nacional de Bulgaria, Ruslan Raychev hace referencias  a su profesor en dirección orquestal, el director de fama mundial, Karl Boehm.

“Él tenía a su cargo la clase maestra de dirección de orquestas en el Conservatorio de Viena y cuando aceptó ser director principal de la ópera vienesa me acogió a mí como correpetidor suyo. La  labor  conjunta con el maestro, que respetaba profundamente, me ofreció tanto alegría como dolor porque él era una persona sumamente exigente. Muchas veces, tras escuchar las objeciones que me hacía yo comenzaba a perder la seguridad en mí. No obstante ello, le estoy infinitamente reconocido. Como correpetidor estuve a su lado en la labor relacionada con más de una decena de puestas en escena. En la Ópera de Viena también tuve la oportunidad de ver de cerca cómo se desempeñaban algunos de los directores europeos más importantes en los años 40 del siglo XX. Mantenía,  asimismo, contactos estrechos con los músicos de la Filarmónica de Viena. Participé en espectáculos  dirigidos por Ricardo Strauss”.

El estreno de Ruslan Raychev como director de orquesta se produjo en 1944 en el teatro de la Ópera de Kaliningrado, Rusia. En esa época regresó a Bulgaria y durante tres años, de 1946 a 1948, fue sentando las bases de la filarmónica de Varna, la ópera de Varna y del Teatro Musical de Sofía del que fue cofundador junto con Sasha Popov y Stefan Makedonski. A comienzos de la década de los 50 se estableció en Plovdiv, ciudad en la que comenzó su dilatada y fructífera cooperación con los filarmónicos de esta segunda mayor ciudad de Bulgaria. Dice el maestro evocando ese período: “Mi labor allá ha dejado una huella profunda en mi vida y mi trayectoria artística. Fui a la “ciudad debajo de las colinas” con las ambiciones de un director joven pero ya de cierta experiencia. En los integrantes de la orquesta sinfónica de Plovdiv vi un equipo de personas cordiales, serias y de altas cualidades  profesionales que se hicieron eco de mis exigencias. Tuvimos logros muy interesantes en nuestra labor conjunta y fuimos altamente valorados en los concursos nacionales para las orquestas sinfónicas de Bulgaria. Hicimos un sinfín de estrenos de diferentes obras musicales”.

En 1954 se levantó por vez primera el telón de la Ópera de Plovdiv, fundada por Ruslan Raychev quien también fue director y director de orquesta principal de la ópera de Sofía. En 1982 Ruslan Raychev se convirtió en el primer ciudadano búlgaro distinguido con el título de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia. En los últimos años de su vida  fue galardonado con la orden “Stara Planina”, máxima distinción estatal búlgara. Murió en 2006.

He aquí lo que decía el maestro Raychev con respecto a su profesión: “Lo más importante que es, a la vez, lo más difícil, es que tu arte sea entendido por las personas bajo tu dirección, primero y, luego, por el público. Es que si a nosotros no nos gusta hacer música tampoco gustaremos al público. El enfoque es  muy importante para que le entiendan a uno. No le es fácil a uno ser director de orquesta porque trabaja  con seres humanos, cada uno de los cuales tiene carácter distinto. Al coger la batuta, el director debe aunar a esas personas y predisponerlas a que cumplan sus exigencias. Además, un director de orquesta ha de tener oído extraordinariamente fino y una vasta cultura. Para un director operístico es  igualmente importante que sea un buen pianista”.

Versión en español por Mijail Mijailov